Pyeongchang, Corea del Sur | AFP.

Los Juegos Olímpicos de Invierno, que cumple su vigesimotercera edición en la ciudad surcoreana de Pyeongchang (9-25 de febrero), comenzaron en 1924, casi 30 años después de los primeros Juegos Olímpicos en 1896, en la estación francesa de Chamonix.

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1924 en Chamonix (Francia: 258 participantes, 16 naciones, 7 deportes, 2 demostraciones)

Bautizado al principio como “la Semana Internacional de los Deportes de Invierno en Chamonix”, omitiendo el término ‘olímpico’ por las presiones de los países escandinavos, que querían proteger sus Juegos Nórdicos, la prueba recibió el título de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de la historia un tiempo después.

1928 en Saint-Moritz (Suiza: 464 participantes, 25 naciones, 8 deportes, 2 demostraciones)

La inusual suavidad de las temperaturas obligó a los organizadores a retrasar numerosas pruebas durante los nueve días de competición e incluso anular el patinaje de velocidad.

La joven noruega Sonja Henie, de 15 años, se impuso en patinaje artístico, vislumbrando lo que sería una carrera excepcional.

1932 en Lake Placid (Estados Unidos, 252 participantes, 17 naciones, 7 deportes, 2 demostraciones)

Tras la salida de la crisis de 1929, Estados Unidos organizó los Juegos, donde la participación bajó y la organización fue decepcionante.

Campeón olímpico de boxeo de semipesados en Amberes en 1920, el estadounidense Francis Edward Eagan se consagró en bobsleigh, siendo el único deportista en la historia en proclamarse campeón olímpico de verano y de invierno.

1936 en Garmisch-Partenkirchen (Alemania, 646 participantes, 28 naciones, 8 deportes, 2 demostraciones)

A pesar de las numerosas llamadas al boicot de estos Juegos, confiados a Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del III Reich, el récord de participantes se batió holgadamente. En la ceremonia de apertura se desplegó la cruz gamada.

El esquí alpino hizo su aparición.

El patinador noruego de velocidad Ivar Ballangrund logró tres medallas de oro y una de plata, siendo el único que logró más de un título.

1948 en Saint-Moritz (Suiza, 669 participantes, 28 naciones, 9 deportes, 2 demostraciones)

Los Juegos, de los que son excluidos Alemania y Japón, regresaron a Saint-Moritz para consagrar al esquí alpino, con seis pruebas, frente a las cinco del esquí de fondo.

El francés Henri Oreiller, “el loco de las bajadas”, fue el gran triunfador de la cita.

1952 en Oslo (Noruega, 694 participantes, 30 países, 8 deportes, 1 demostración).

Treinta países, con Alemania y Japón de vuelta, y 694 participantes en unos Juegos que batieron todos los récords. Y, como casi siempre (salvo en Lake Placid en 1932), Noruega dominó, logrando 16 medallas.

En esquí alpino, el estadounidense Andrea Mead-Lawrence ganó el eslalon gigante.

1956 en Cortina d’Ampezzo (Italia, 821 participantes, 32 naciones, 8 deportes).

Cortina d’Ampezzo, designada para albergar los Juegos Olímpicos de 1944, tuvo que esperar 12 años para recibirlos. Retransmitidos por primera vez por Eurovisión, vieron nacer a una leyenda: Toni Sailer en esquí alpino, mientras el salto de esquí supuso una revolución. Los finlandeses impusieron un nuevo estilo, pegando los brazos sobre sus piernas en vez de echarlos hacia adelante de sus cabezas. Consiguieron las medallas de oro y de plata.

En su primera participación, la URSS se instaló en lo más alto del medallero (16, de las cuales 7 de oro).

1960 en Squaw Valley (Estados Unidos, 665 participantes, 30 naciones, 8 deportes)

“In the middle of nowhere” (en medio de ninguna parte). Esta expresión describe perfectamente Squaw Valley cuando se presentó en 1955. Y, a pesar de eso, los Juegos fueron un éxito. El único ‘pero’ fue la ausencia del bobsleigh, deporte olímpico desde 1924, tras no ser considerado rentable por los organizadores.

El francés Jean Vuarnet se llevó el Descenso, siendo el primero en utilizar la técnica revolucionaria del ‘huevo’.

1964 en Innsbruck (Austria, 1.091 participantes, 10 deportes, 1 demostración)

Perturbados por el viento caliente (foehn), estos Juegos triunfaron gracias al ejército austriaco, que transportó decenas de miles de toneladas de nieve a las pistas.

La rusa Lydia Skoblikova logró cuatro títulos en patinaje de velocidad, que se añadieron a las dos medallas de oro que ya había obtenido en Squaw Valley en 1960.

1968 en Grenoble (Francia, 1.158 participantes, 37 naciones, 10 deportes)

Los Juegos, difundidos por primera vez en color y en Mondovisión, consagraron al francés Jean-Claude Killy en esquí alpino. Pero estos Juegos Olímpicos son igualmente famosos por sus problemas extradeportivos: sospechas de profesionalismo de ciertos atletas, combates contra la publicidad del Presidente del COI Avery Brundage y un encuentro de hockey muy polémico con tintes políticos entre la URSS y Checoslovaquia, que se llevó la victoria 5-4, antes de la Primavera de Praga.

1972 en Sapporo (Japón, 1.006 participantes, 35 naciones, 10 deportes)

Hubo un fuerte debate sobre el profesionalismo y el austriaco Karl Schranz fue excluido por esa razón. Canadá, por su parte, no envió a su equipo de hockey como protesta, ya que considerada que las escuadras de la URSS y los países del este de Europa eran profesionales.

Paquito Fernández Ochoa fue la revelación. Ganó en la prueba de eslalon, logrando así la primera medalla de oro para España en unos Juegos Olímpicos de Invierno.

1976 en Innsbruck (Austria, 1.123 participantes, 37 naciones, 10 deportes)

Inicialmente atribuidos a Denver, los Juegos cambiaron de dueño en 1972 y se marcharon a Innsbruck, organizador en 1964. Cuatro años después de la tragedia de los Juegos de Múnich, la organización y la Villa Olímpica estaban bajo fuertes medidas de seguridad.

Las reglas sobre el amateurismo, fatales para Karl Schranz en 1972, fueron revocadas para tener en cuenta las realidades de la época.

1980 en Lake Placid (Estados Unidos, 1.072 participantes, 37 naciones, 10 deportes)

Estos Juegos fueron un éxito en el plano deportivo pero se desarrollaron bajo una atmósfera muy cargada por las tensiones diplomáticas entre Moscú y Washington.

China hizo acto de presencia por primera vez al haberse incorporado al COI en abril de 1979 mientras que Taiwán rechazó la invitación al tener que participar bajo el nombre de China Taipei y verse obligada a cambiar de himno y de bandera.

Los países del Este sí acudieron a Lake Placid.

El estadounidense Eric Heiden logró cinco medallas de oro en las pruebas de patinaje de velocidad.

1984 en Sarajevo (Yugoslavia, 1.272 participantes, 49 naciones, 10 deportes)

Cuatro años después del conflicto con Moscú, los estadounidenses ya no hablan de boicot y los soviéticos, tampoco.

La RDA y la URSS siguen dominando. Por primera vez, los alemanes del Este superaron a los soviéticos con 24 medallas, 9 de oro, por las 25 de sus rivales, aunque “sólo” 6 de oro.

Las pruebas de patinaje artístico consagran a campeones magníficos, como el americano Scott Hamilton, la alemana del Este Katarina Witt -“el más bello rostro del socialismo”-.

1988 en Calgary (Canadá, 1.423 participantes, 57 naciones, 10 deportes)

Los Juegos continuaron creciendo: 1.423 atletas (+150 con respecto a Sarajevo), 16 días de competición (+4), 46 pruebas (+7), 57 países en liza (+8) y 325 millones de dólares por los derechos de televisión (+222).

Más allá de los Juegos, dos imágenes perduran por encima del resto: la del inglés Eddie “The Eagle” Edwards que, en cada uno de sus saltos de esquí, exhibió un estilo único, y los ‘bobers’ jamaicanos, que nunca antes habían visto la nieve y que se ganaron la simpatía de todos. Su odisea en bobsleigh dio incluso lugar a una película: “Cool Runnings”.

El italiano Alberto Tomba, “La Bomba”, ganó el eslalon y el Gigante.

1992 en Albertville (Francia, 1.801 participantes, 64 naciones, 12 deportes, 3 demostraciones)

Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, Europa había cambiado mucho, también con la desaparición de la URSS y de Yugoslavia. Alemania desfilaba como un país unificado y, por primera vez, aparecieron equipos como Croacia y Eslovenia. Una parte de las repúblicas exsoviéticas participan juntas bajo el nombre “Equipo Unificado”. Estonia, Letonia y Lituania, por su parte, participan con escuadras independientes.

Alemania supera a las 63 naciones restantes (récord) con 26 medallas, 10 de ellas de oro, por delante de la antigua URSS (CEI), que logró 23, 9 de oro.

Estos Juegos fueron también los últimos en ser organizados el mismo año que los de verano.

La fondista rusa Lioubov Egorova se llevó tres medallas de oro y dos de plata en cinco carreras.

1994 en Lillehammer (Noruega, 1.737 participantes, 67 naciones, 12 deportes)

Para muchos, Lillehammer es ‘la referencia’, por la calidad de la organización, la cercanía entre las sedes y el fervor del público.

Nada empañó la fiesta, ni siquiera la rivalidad exacerbada entre las patinadoras americanas Nancy Kerrigan y Tonya Harding. Semanas antes, Kerrigan había recibido un porrazo en una pierna, presumiblemente, por un hombre enviado por el exmarido de Harding.

1998 en Nagano (Japón, 2.176 participantes, 72 naciones, 14 deportes)

Los últimos Juegos Olímpicos de Invierno del siglo XX supieron sobreponerse a las dificultades: a la tensión americano-iraquí, a los caprichos del tiempo y la modificación del programa de competiciones de esquí alpino. Sin contar el miedo a un posible atentado después del ataque sufrido en el aeropuerto de Tokio poco antes del comienzo de la competición.

El mundo presenció el triunfo de Alemania, sobre todo gracias a las pruebas femeninas.

El noruego Björn Daehlie, vencedor en tres pruebas en 1992 y en 2 en 1994, consiguió tres nuevas medallas de oro en esquí de fondo, sumando así un total de 12 en su palmarés (8 de oro y 4 de plata). Todo un récord.

2002 en Salt Lake City (2.399 participantes, 77 naciones, 15 deportes)

Cinco meses después del 11 de septiembre de 2001, se rindió homenaje a las víctimas de los atentados en la ceremonia de apertura. Perfectamente organizados, los Juegos se mancharon con diferentes escándalos en patinaje artístico y, también, con tres casos de dopaje. La rusa Larissa Lazutina, que ostentaba el récord de medallas femeninas de invierno, y Olga Danilova fueron excluidas de los Juegos. El fondista español de origen alemán, Johann Mühlegg, con 3 medallas de oro en su haber, también fue acusado.

El biatleta noruego Ole Einar Bjoerndalen, que ya había conseguido dos medallas olímpicas (1 de oro y 1 de plata) en Nagano, completó su colección con cuatro oros suplementarios.

2006 en Turín (Italia, 2.508 participantes, 80 naciones, 15 deportes)

Austria es el centro de todas las miradas. En esquí alpino, la Wunderteam se llevó 14 medallas de 30 posibles aunque “patinó” en biatlón y fondo.

Una decena de sus fondistas y biatletas fueron visitados de noche por la policía y tuvieron que someterse a controles antidopaje por culpa de la presencia del entrenador Walter Mayer, al que se le prohibió el acceso a los Juegos hasta 2010 por un caso de transfusiones en las Olimpiadas de 2002.

Los controles fueron negativos pero la búsqueda reveló la presencia de material para hacer transfusiones. En abril de 2007, seis de los atletas fueron sancionados.

Alemania finalizó primera con 29 medallas por delante de Estados Unidos y de Austria.

El noruego Kjetil-Andre Aamodt, vencedor del súper-G, y la croata Janica Kostelic, ganadora del combinado, son los primeros en lograr 4 títulos olímpicos en esquí alpino.

2010 en Vancouver (Canadá, 2.632 participantes, 82 naciones, 15 deportes)

A la tercera fue la vencida. Vancouver había solicitado albergar los Juegos Olímpicos de Invierno en tres ocasiones y se convirtió en la tercera ciudad canadiense en organizarlos, tras Montreal (1976) y Calgary (1988).

Fue la primera vez para naciones como Colombia, Ghana, Perú o Pakistán.

Horas antes de la apertura, los Juegos se vistieron de luto por la muerte del georgiano Nodar Kumaritashvili, que sufrió un accidente mientras se entrenaba en luge.

2014 en Sochi (Rusia, 2.781 participantes, 88 países, 15 deportes)

El half-pipe de esquí, el slopestyle de esquí, el slopestyle de snowboard, el eslalon paralelo snowboard, el salto de esquí femenino, el biatlón por equipos mixtos y por relevos, el luge por equipos mixtos y por relevos y el patinaje artístico por equipos mixtos fueron las nuevas competiciones en los Juegos.

Rusia aplicó grandes medidas de seguridad, en una época en que los ataques terroristas comenzaban a prodigarse.

El sistema generalizado de dopaje en el deporte ruso, hizo que éste país perdiera 13 de sus 33 medallas ganadas, descendiendo del primero al cuarto lugar en el medallero.

El patinador ruso de velocidad Victor An, con tres oros y un bronce, fue el gran triunfador de los Juegos.

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