Argumentan crisis en la industria gráfica, entre tanto, sus fieles seguidores expresan nostalgia publicando sus memorables y emblemáticas tapas.
La revista deportiva, cuya primera publicación data de 1919, hubiera cumplido un centenario. Sin embargo, inesperadamente, anunció su cierre en la edición impresa. El comunicado se extendió este martes, la empresa Torneos lo anunció: “Torneos lamenta informar que ha decidido discontinuar la versión impresa de la revista El Gráfico. Esta triste decisión se tomó en un contexto global de decreciente consumo de medios impresos que ha afectado a nuestra revista”.
Se convirtió en marca registrada, marcó con sus tapas un hito en la historia del periodismo deportivo regional. Por sus páginas, bien detalladas y narrativas, pasaron personajes icónicos del mundo futbolístico, retrató los momentos más inolvidables de la historia del fútbol, incluyendo a ídolos paraguayos, reflejando en sus ejemplares a José Luis Chilavert, Arsenio Erico “El Saltarín Rojo” y la victoria de Olimpia con la Copa Libertadores. Cuando Argentina se consagró campeón mundial en 1978 y 1986, llegaron a vender 880 mil ejemplares.
Las posibles razones del cierre
Este imperativo responde a la crisis que sufre actualmente la industria gráfica. Desde marzo de 2002 dejó de salir todas las semanas, luego se transformó en mensuario. Un factor determinante en la crisis del papel impreso, es el cambio global que se acentúa con el avance de la tecnología, muchos medios tuvieron que aggiornaerse. Además, la nueva generación, conocidos como millennials, se habituó a consumir todo en el mismo momento en que sucede con las redes sociales.
Esta línea sigue el ejemplo claro de “Don Balón”, que hace ya unos años dejó de imprimirse. Tampoco es un dato menor que este mismo mes, el Grupo Zeta, anunciara el cierre de las célebres revistas Tiempo e Interviú, alegando “importantes pérdidas económicas”. Las revistas se destacaban por el alto nivel en reportajes de investigación. Ante este panorama el futuro de la industria gráfica es incierto. Mientras tanto, la redacción de “El Gráfico” quedó vacía. El responsable de la revista, Elías Perugino, fue el último en abandonarla.