Tras la dolorosa decisión de abandonar el Dakar por decisión de la organización, que alegó “temas de seguridad”, para no dejarles iniciar la Etapa 4, la dupla paraguaya Beto Recalde-Juanjo Sánchez (Isuzu D-Max) inició el largo viaje de retorno.
Antes, en entrevista concedida a La Nación, Recalde se refirió a su tercera participación en el rally raid más difícil del mundo, relatando dos episodios que pusieron a la tripulación con un día de retraso respecto al programa.
“Estamos volviendo a Asunción por tierra junto a todo el equipo. Apenados por el tempranero abandono, pero estuvo muy dura la prueba”, comenzó diciendo el piloto que en 2013 tuvo que abandonar en la Etapa 2, mientras que el año pasado se retiró en la penúltima etapa.
“Tuvimos dos percances que nos retrasaron muchísimo. Honestamente, muy duras las etapas en las dunas de Perú y, para más, muy largas. Cuando uno empieza a retrasarse en este tipo de competencias, se hace demasiado difícil recuperar el tiempo perdido”, explicó.
Durmieron en el desierto
“Incluso, tuvimos un segundo vuelco el lunes. La camioneta se quedó de costado, logramos ponerla bien y nos quedamos a dormir en medio del desierto”, agregó, recordando que antes había tenido un vuelco impresionante, cuyas imágenes recorrieron el mundo.
Recordemos que en la edición del año pasado, Beto y Juanjo también vivieron una situación similar, cuando se refugiaron en una estación de servicio, donde pasaron la noche por las terribles condiciones en las que se encontraba el campamento.
Pese a todos esos inconvenientes, Recalde y Sánchez llegaron al vivac a tiempo “como para salir, pero la organización no autorizó nuestra partida”. “La camioneta está impecable a pesar de los vuelcos, mecánicamente excelente”, aclaró.
Finalmente, Beto Recalde confesó que el tempranero abandono lo dejó “triste, pero a la vez feliz por haber estado nuevamente en un Dakar”, y se mostró agradecido “a las empresas y los amigos” que lo ayudaron a estar nuevamente presente en esta odisea no apta para quienes se rinden a la primera.