Por Oscar Distéfano

Durante las calurosas tardes de 1.994 en su Ciudad del Este natal, y entre los vaivenes del trajín diario y las ocurrencias propias del pequeño Axel, quien con 5 años de edad y con la curiosidad innata de un chico de esa edad que lo empujaba a ser partícipe de las enseñanzas de ajedrez por parte de papá Erwin a sus hermanos, nació en él un gran amor por este deporte.

Desde entonces, Axel Bachmann abrazó con singular cariño la práctica del juego ciencia, decisión que le permitió recorrer innumerables países portando en lo más alto la bandera nacional en los más destacados centros ajedrecísticos del mundo, como Gran Maestro del ajedrez paraguayo.

Pero a finales del 2017, específicamente el domingo 26 de noviembre, un día después de culminar su participación en el III Abierto Internacional de la Patagonia, en Neuquén, Argentina, el GM compatriota brindó un anuncio que sacudió los cimientos del ajedrez nacional:

“Sin lugar a dudas, este es un torneo súper especial para mi, así que también voy a aprovechar para comunicar una decisión importante. La de darle un párate indefinido a mi carrera de ajedrecista profesional. Si bien mi pasión y amor hacia este juego-arte sigue intacto, creo que es el momento de emprender y enfocarme en otras áreas de mi vida”.

Así las cosas, La Nación se acercó a charlar con él para conocer todos los aspectos relacionados a su temporada 2017 y a su abrupto y sorpresivo cierre de carrera.

“2017 fue un año positivo en el cual pude conseguir mis dos principales objetivos: Clasificar al mundial y volver a entrar entre los primeros 100 del mundo. Si bien, a final de año caí bastante por varios resultados malos, lo califico como un año altamente positivo y de sueños alcanzados, como el primer Mundial que jugué”.

Destacó además que: “Clasificar luego de tantos intentos, más de 10, fue un sueño hecho realidad. Lamentablemente, mi rendimiento estuvo lejos del deseado y caí en la primera ronda sin presentar mucha pelea”.

Sobre la decisión que lo llevó a apartarse de esta profesión, adujo que: “Ya la venía considerando hace un par de años. Hoy día estoy felizmente casado y estamos en la dulce espera con mi esposa, así que las exigencias de la alta competencia y los viajes se hacen muy difíciles de sobrellevar”.

“De igual manera, espero poder volver a jugar en un futuro no tan lejano. Quizás de una manera diferente y no dedicándome exclusivamente, pero estoy seguro que de una u otra forma voy a seguir conectado con el ajedrez”.

Y a solo días de cerrar este ciclo, porque aún le queda por disputar un último torneo de su carrera en este mes, el Floripa Chess Open de Brasil, se confesó: “Ahora que se va acercando el final, ya voy sintiendo una especie de melancolía antes de retirarme. Estoy seguro que voy a disfrutar y va a ser un torneo especial, después de todo son más de 20 años jugando y no fue una decisión fácil”.

“El ajedrez para mí fue, es y será una gran pasión. Tuvo diferentes roles a lo largo de estos 28 años, ahora va a serlo a través de alumnos que iré entrenando y como fans, siguiendo al equipo paraguayo en las Olimpiadas, por ejemplo”.

Y ahora desde una perspectiva diferente, Axel señaló que el ajedrez nacional: “Viene creciendo ya hace un par de años, señal de eso es qué hay varios jóvenes ganando cada vez más espacio. Inclusive ya tuve la oportunidad de trabajar y entrenar con algunos de ellos y estoy seguro que si se otorgan las oportunidades correspondientes, muy pronto vamos a tener más Maestros Internacionales y Grandes Maestros”.

A la consulta de que falta para el despegue definitivo del ajedrez nacional, respondió: “Creo que es un proceso que lleva años para ver los resultados, ese proceso se inició y los primeros resultados ya se van dando”.

“Es un trabajo conjunto entre ajedrecistas, dirigentes y autoridades que apoyan nuestro deporte. Creo que el apoyo aumentó, pero aún así falta todavía bastante en esa área para que sea el ideal. En mi opinión, diría que estamos en el camino correcto y hay que tener paciencia porque los resultados van a ir llegando”.

Enfocado ya en sus próximos pasos, refirió que, “A partir de 2018, voy a volver a dedicarme a la Administración, en este caso en el sector inmobiliario. Además, ya empecé a trabajar como entrenador de varios chicos/as y grandes. Es algo en lo cual pongo mucha pasión y me alegra poder ayudar a otros ajedrecistas. Sin lugar a dudas, eso me va a ayudar a no extrañar tanto la competencia ya que voy a estar “compitiendo” junto con mis alumnos y alumnas”.

También expreso un sincero reconocimiento: “Solo tengo palabras de agradecimiento hacia el ajedrez y gracias a Dios y a mi familia, pude llegar mucho más lejos de lo que alguna vez soñé. Me permitió representar a mi país y conocer países y culturas que jamás hubiese conocido, como así también estudiar en el extranjero, y mucho más”.

En cuanto a la negativa por parte de las autoridades nacionales de incluir el ajedrez en la malla curricular del Ministerio de Educación, Axel manifestó su optimismo: ”Espero que reconsideren porque el ajedrez puede causar un impacto muy positivo en los chicos y chicas del Paraguay. El ajedrez como herramienta educativa es indiscutible, basta imitar el ejemplo de muchos países que lo emplearon con gran éxito”:

A como ve el crecimiento de este deporte, destacó que el ajedrez paraguayo viene en un crecimiento innegable en lo deportivo y dirigencial. “Creo que es un trabajo en conjunto que ayuda a que estemos disfrutando de esta realidad, así que solo queda seguir por esta senda y principalmente, seguir apoyando a nuestros representantes, especialmente nuestros valores más jóvenes.

Y ya en el cierre de la entrevista, Bachmann manifestó su deseo de: “Aportar lo mío para seguir ese crecimiento desde otro ámbito, antes lo hacia representando en competencias. Hoy día espero poder ayudar desde la enseñanza, y no descarto empezar algún tipo de academia en un futuro no tan lejano. Veremos que nos depara este año, hay muchos proyectos y es un poco nuevo todo!”.