Por Oscar Distéfano

Con 21 años cumplidos el pasado jueves 24 de agosto, con varios títulos en dobles, en singles y varias semifinales y finales, la juvenil tenista paraguaya Camila Giangreco, integrante de la triada femenina del tenis nacional junto con Verónica Cepede y Montserrat González, visitó la redacción de La Nación, para desgranar punto por punto los detalles de lo que considera un excelente cierre de año, de cara al 2018.

Tras un inicio de año no tan bueno, debido a una lesión que la tuvo marginada de varios importantes torneos y que lo fue superando a medias en la segunda mitad de este 2017, Camila pegó un gran salto de calidad que la llevó a sumar cinco títulos en dobles y uno en singles.

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De la danza al tenis

Por recomendación médica y buscando paliar la hiperactividad típica de una niña de 6 años, Camila probó a esa edad con la danza, con otros deportes como el básquetbol y el fútbol. Finalmente se dio ese encuentro glamoroso con el tenis, deporte que abraza desde entonces con profundo cariño y sin el cual hoy en día ya no se ve.

Como todo deporte, el tenis es duro; muy duro porque es muy solitario, no tenés amistades, porque en el tenis no tenés amigos, es muy difícil de encontrar, porque la rivalidad es muy fuerte y uno siempre quiere ganar”.

Camila celebra el título individual del ITF de Encarnación y lo sufre la brasileña Nathaly Kurata. FOTO: Tomás Bogado

Te tocan semanas muy largas, ir a Europa, pasar 3 meses, porque los pasajes son caros, no podes ir y volver a no ser que ya seas top 100 del mundo, ahí sí podes ir y volver, es duro pero a mí me encanta. En realidad uno después se va acostumbrando y con el tiempo extrañás menos", relató.

Competencia

"A mí me encanta mucho la competencia, amo el tenis, entonces ya no me cuesta y no me veo haciendo otra cosa que no sea tenis”, confesó.

Acerca del cierre de esta temporada señaló estar muy contenta con los resultados. “Comencé bien, después como por la mitad me fue un poquito mal en el sentido de resultados, pero de tenis yo me sentía bien, y ya en la segunda mitad, desde agosto más o menos, creo que cambié muchísimo, volví a sentirme bien con mi tenis, que hacía un tiempo como que ya no lo encontraba, como que no sabía como manejarme dentro de la cancha”.

Sobre este cambio de actitud, destacó varios aspectos que influyeron. “Cambié de psicóloga, ahora estoy con Silvana Vierci, y yo creo que ella influyó muchísimo en ese cambio y también con Alfredo de Brix, con quien estoy hace muchísimo, como que pudimos reencontrarnos también dentro de la cancha y como que estamos con las mismas ideas de nuevo”.

A la pregunta de a qué se debe su mayor éxito en dobles, respondió: “En dobles yo me siento muy bien y más porque tengo una compañera que es Fernanda Brito, con la que juego siempre y con quien nos tenemos mucha confianza y nos sentimos muy bien jugando juntas.

En dobles me divierto, entró a divertirme, aparte estoy con mi compañera y yo creo que cuando entro más relajada, es como que estoy mejor, en cambio en singles es como que entrás y estás vos sola, tenés que manejarte vos ahí dentro”.

Igual este año, la deportista declaró que supo manejarse mucho mejor dentro de la cancha. "Antes era como que si estaba perdiendo, como que me ponía muy nerviosa y ya no pensaba, hacía cualquier cosa. Ahora cuando pierdo voy analizando, viendo que cosas puedo hacer dentro de la cancha para revertir esa situación”.

En el singles, por fin llegó a conseguir los resultados que quería. "Llevo mucho tiempo jugando bien y sintiéndome bien dentro de la cancha, pero no me llegaban los resultados, ahora en esta segunda parte del año se me dieron y creo que fue mucho mejor de lo que yo esperaba”.

También aseguró que el aspecto físico fue fundamental en este cambio. “Físicamente mejore muchísimo gracias a mi preparador físico cubano Reynaldo Madams, que me ayudo muchísimo en ese sentido”.

Un fuerte abrazo con su padre Mario Giangreco, tras consagrarse en singles del ITF de Encarnación. FOTO: Tomás Bogado

Camila se tomará unos días de descanso para arrancar con su pretemporada el 8 de enero de cara a la la Fed Cup 2018 que se jugará en nuestro país, luego viajará 5 semanas a Brasil donde disputará 5 torneos seguidos. Dependiendo de sus condiciones físicas, en esta etapa estaría retomando de nuevo una mini pretemporada antes de los Juegos Odesur. Después de eso, volverá a entrenar un poquito para emprender su gira por Europa.

Madurez

Camila considera que estos logros se deben a una madurez en su juego, a una madurez mental y ahora afronta nuevos desafíos. “Maduré muchísimo este año, creo que demasiado, me siento muy diferente a lo que era hace algunos años. Siempre se puede mejorar y espero que el 2018 sea un año lleno de éxitos, poder jugar qualys de Grand Slam y traer nuevas medallas de Odesur”, comentó.

En cuanto a su relación con las tenistas compatriotas, Camila destacó que las une una sincera amistad más allá de cierta rivalidad deportiva. "Montse tuvo un año muy lindo, jugando qualys de Grand Slam y entrando a cuadros; y yo estoy súper contenta por Vero con quien me llevo muy bien, y que ahora jugará el Abierto de Australia”. Yo por mi parte, también estoy avanzando, de a poco pero avanzando de nuevo, porque tuve unos años como dije con unos bajones porque no me salían las cosas y ahora a esperar un mejor 2018".

Ganarle a Fernanda

Risas de por medio, Camila manifestó que este año por fin pudo ganarle a su amiga y compañera de dobles, la chilena Fernanda Brito, a quien considera su única amiga en todo el circuito. “Se me dio este año, en la semana que creo fue la mejor del año, porque físicamente me sentía muy bien, mentalmente estaba impecable y también porque venía de ganar en Encarnación.

"Entonces estaba con esa confianza y aparte estaba arrastrando unos buenos torneos, hice semis, cuartos, gané todos los dobles que jugaba, entonces estaba con mucha confianza. Aparte jugamos en cancha dura, y a mi la cancha rápida me encanta, entonces como que concidió todo y las estrellas se alinearon en esa semana que fue perfecta para mí”.

Infraestructura

Camila también se tomó su tiempo para alabar la actual infraestructura deportiva de nuestro país. “Yo fui a entrenar varias veces al COP antes del torneo y para mí están preciosas esas canchas, creció muchísimo". También manifestó que le parece fantástico que los Juegos Odesur vengan a Paraguay, "algo que años atrás uno no se habría ni siquiera imaginado".

Sobre el semillero del tenis nacional, Camila destacó que hay muchísimos jugadores varones y mujeres. "En la academia donde entreno -por ejemplo- están unas niñas que juegan la gira Cosat, como por ejemplo Leyla Britez, que es número uno ahora. Todos juegan muy bien y creo que tienen mucho futuro, ojalá que sigan y que no se rindan nunca".

Hermosa y constante

Sus logros no se dan sólo en el ámbito deportivo por sus potentes golpes a una o dos manos, de revés o de drive, Camila también llama poderosamente la atención de los amantes del tenis por sus hermosos rasgos que no pasan desapercibidos en los lugares donde juega. Este año fue electa la tenista más hermosa de los Juegos Boliviarianos.

Esa constancia a toda prueba, esa lucha contante, el no bajonearse por las lesiones, hoy la tienen en un sitial preponderante para proyectarse como una figura rutilante del tenis mundial.

Antes de despedirse, Camila reiteró su sincero agradecimiento a aquellas personas e instituciones que con su apoyo y trabajo hacen posible que siga vigente, de cara a importantes compromisos nacionales e internacionales que se avecinan en este nuevo año que ya está a la vuelta de esquina.

“(Agradezco) En especial a mi familia que siempre está conmigo y que en esos dos años malísimos que tuve no se rindió nunca. Muchas veces te dicen, no te sale, podés intentar otra cosa, sin embargo mis padres nunca me dijeron eso, jamás. Al contrario me decían; querés seguir, seguí, vamos a hacer lo que sea para que sigas jugando, así se dio y ahora estoy volviendo y contentísima por eso.

También agradeció al Comité Olímpico Paraguayo, a la APT, a Alfredo de Brix, a la Secretaría Nacional de Deportes, a su psicóloga Silvana, a su preparador físico cubano Reynaldo Madans, a Enzo Pigola, "que es con quien entreno y me soporta todos lo días”.

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