“Tu no has ganado nada” es quizás una de las frases más populares del mundo del fútbol sudamericano, sobre todo el argentino.

¿Quien lo dijo? El exarquero paraguayo José Luis Chilavert, quien hacía gala así de la docena de títulos que cosechó a nivel colectivo a lo largo de sus casi veinticinco años de carrera profesional, en los que en tres ocasiones fue electo mejor arquero del mundo.

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¿A quien fue dirigida aquella frase? La primera vez, al también exarquero Carlos Navarro Montoya. A partir de allí, a todo aquel que se atrevía a confrontarlo.

En la noche de este sábado, el club Vélez Sarsfield le recordó al popular Chila que “lo ha ganado todo” y descubrió una estatua del Número 1, construida por la artista plástica Elizabeth Eichhorm (también creó la estatua de Bianchi) con el aporte de los socios aportantes (unos 500), a través de la Subcomisión del Hincha.

“Vaya a saber porqué, la leyenda viviente de Vélez construyó muchas de sus epopeyas futbolísticas en jornadas lluviosas. A saber: Aquel penal en La Plata, su primer gol oficial con la V en el pecho, para empezar a abrazar el Clausura 1993. Un año después, sobre la hora, también la tarde era desapacible y ÉL decretaba la victoria ante Deportivo Español con el primero de sus 11 tiros libres con destino de red. Si de noches tormentosas se trata, ¡cómo no recordar aquella del gol histórico desde mitad de cancha a River en 1996! O las dos soberbias conquistas al Boca de Maradona, Caniggia y Navarro Montoya. No obstante, en noviembre de 2004, su despedida se postergó un día a causa de la lluvia y hoy, para no ser menos, explotó el cielo”, destacó el club en su página web.

Es que así se presentó el clima de una noche que quedará para la historia, no solo del Chila sino que de sus compañeros con quienes conquistó el mundo y de todos la familia velezana, que en un numero de alrededor de tres mil colmó el estacionamiento cubierto del club.

Acompañado de su esposa Marcela y su hija Anahí, el paraguayo subió al escenario para recibir los aplausos y las ovaciones propias de un gran ídolo. Luego, tomó el micrófono y asumió su condición de líder. Rememoró su paso por el club, rindió homenaje a quienes le dieron la oportunidad de vestir la casaca de Vélez.

“Muchas gracias a todos. Realmente me llena de emoción volver a pisar mi casa, que es el mayor orgullo que tenemos. Siento total satisfacción que todos ustedes estén acá y les quiero decir a todos los hinchas de Vélez que los amo de por vida, de corazón”, fueron sus primeras palabras.

Luego, tras un mensaje conciliador con el objetivo de unir a toda la familia del club, Chilavert recordó los inolvidables años 90 y allí estallaron algunos cánticos a los que el mismo se sumó, con evidente emoción.

Tras recordar al “mejor director técnico que tuve en mi carrera, el señor Carlos Bianchi”, Chilavert se dirigió a su familia y no dudó en asegurar que “el éxito de su trayectoria se debió no solo a sus dotes, sino al amor de su mujer y su hija y por supuesto, a la tarea inconmensurable de todos sus compañeros”, según transcribió el club.

Luego, se dirigió a los ideólogos y artífices de este reconocimiento. “Trabajaron duro y dieron todo. Estoy eternamente agradecido la Sub Comisión del Hincha porque sin ellos, no estaríamos acá. Ustedes lo han ganado todo”, les dijo, para seguidamente demostrar una vez su gesto solidario y entregar una de sus emblemáticas casacas a un niño.

La estatua, que pesa 140 kilos y mide 2,20 metros, fue descubierta por el propio Chilavert luego de estas palabras: “Llegó el momento que todos estábamos esperando. Nuevamente le digo a todos: Gracias por estar aquí conmigo, los quiero mucho. Así como todos ustedes disfrutaron la década del 90, hoy disfruto yo. Esto es un sueño hecho realidad. Dejemos los rencores de lado, potenciémonos juntos porque así Vélez volverá a la senda del triunfo”.


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