Claudio Morel Rodríguez fue mundialista con la selección en Sudáfrica 2010 y así como todos los paraguayos no olvida aquel partido de cuartos de final contra España, donde al pintado adversario se le tuvo contra las cuerdas.

A sus 39 años, hoy sigue jugando al fútbol. Hace un gran sacrificio para darle a la pelota. Entrena solo en Buenos Aires y los fines de semana viaja ida y vuelta unos 900 kilómetros para alistarse y defender a Maderense, club de la Liga Amateur de Pehuajó.

En la noche de este lunes hizo un alto a sus actividades y habló para el programa “A La Pelota”, que va por la AM 1120 La Deportiva, espacio bajo la conducción de periodistas de La Nación.

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“Jugamos la primera final el fin de semana y perdimos de local 1-2. Esperamos darlo vuelta”, comienza contando el defensor, que no puede evitar destacar que “antes o después de los partidos, los jugadores rivales hasta ahora me piden salir en fotos. Son hinchas de San Lorenzo, Boca Juniors e Independiente, clubes donde jugué en la Argentina”.

“Los kilómetros no los recorro solamente yo. Somos cuatro compañeros. Vivo en Buenos Aires, el plantel entrena en el pueblo, yo lo hago por mi cuenta de lunes a sábado. Ida y vuelta son casi 900 kilómetros para ir a jugar los fines de semana”, enfatiza sobre el trayecto que debe realizar para jugar.

El defensor paraguayo es toda una estrella en el club de Pehuajó. Foto: Clarin.com/Gentileza

Dejó la posición de lateral por izquierda y hoy está afianzado en “la cueva” como zaguero central. Revela que le hubiese gustado jugar con su padre, Eugenio Morel (fue histórico centrodelantero de la Albirroja campeón de América 1979), a quien imagina dentro de la cancha lanzándole buenos centros a la cabeza.

Hoy su realidad sigue ligada al fútbol. Se resiste a decir adiós definitivamente.

“Quizás después de tanto años de tener la gracias de Dios, de haber triunfado en Europa, defender los colores de la selección de mi país, a uno le gusta hacer lo que hace. Y lo hago con mucha pasión desde el primer día, en cada partido como siempre”, se sincera.

De la Albirroja, reflexionó que le dolió el fracaso, pues no se clasificó al Mundial.

“Creo que hubo muchos cambios de entrenadores y faltó respetar los procesos. Es necesario apostar a un trabajo serio y de largo alcance. Hay buenos jugadores, una camada de jóvenes interesantes. Vibré mucho con la victoria de Paraguay en Córdoba y me hubiese gustado clasificar a Rusia, pero lastimosamente no se dio”, concluyó.

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