Nadadores locales van al Mundial y Orihuela será miembro Bureau de FINA
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La delegación de la Federación Paraguaya de Natación que preside el Lic. Juan Carlos Orihuela, y que a la vez es el presidente de la Confederación Sudamericana de Natación y Secretario General del COP. Se apresta a viajar a la sede del XVIII Campeonato Mundial Absoluto de Natación que se está cumpliendo en Budapest, Hungría; bajo la organización de la Federación Internacional de Natación (FINA) y la Federación Húngara de Natación.
El mayor evento de la FINA es el Campeonato Mundial de Natación, que actualmente se celebra cada año impar. Cuenta con competencias en las cinco disciplinas acuáticas. Antes de 2000, el evento se llevaba acabo cada 4 años, el mismo año que los Juegos Olímpicos.
Campeonato Mundial de Natación (piscina de 50 metros) que incluye pruebas de las cinco disciplinas: natación, natación sincronizada, natación en aguas abiertas, saltos y waterpolo.
La delegación paraguaya estará hospedada en el hotel Mercure Korona y partirá de Asunción hoy, la competencia será del 23 al 30 de julio.
La comitiva nacional está integrada por:
Sr. Julio Galiano: Presidente de la Delegación
Prof. José Lobo: Entrenador
Nadadores:
Benjamín Hockin
Charles Hockin
Willian Vallejos
Renato Prono, se encuentra en la ciudad de San Pablo, con preparativos previos al mundial
Matías Lopez, entrenando en el plan altura en la ciudad de México, desde ahí ira al mundial
Nicole Rautemberg, se encuentra en el centro de alto rendimiento de EE.UU, de donde partirá rumbo al mundial
Las carreras en las cuales se encuentran inscriptos los delfines paraguayos son:
Benjamín Hockin 50, 100 mariposa y 100 libre
Charles Hockin 50 y 100 espalda
Renato Prono 50 y 100 pecho
Matías López 200 espalda
William Vallejos 50 libre
Nicole Rautemberg 50 mariposa 200 libre
Postas 4 x 100 libre caballeros
Elecciones en la FINA y Juan Carlos Orihuela será miembro Bureau
Durante la realización del mundial acuático, se realizará la Asamblea General de la FINA, cuyos candidatos por la presidencia son el Dr. Julio Maglione de Uruguay y Paolo Barelli de Italia, cabe destacar que el Presidente de la Federación Paraguaya de Deportes Acuáticos y de la Confederación Sudamericana de Natación el Lic. Juan Carlos Orihuela será electo de miembro Bureau de la FINA correspondiente al periodo 2017-2021, es digno de destacar que es el primer paraguayo en ocupar tan importante cargo.
Los miembros de la FINA se reúnen cada cuatro años, generalmente coincidiendo con los campeonatos mundiales de natación. Hay dos tipos de reuniones de la FINA: la primera es General y técnico.
En ese congreso se reúnen las autoridades más altas de la FINA, y la segunda el Congreso General. Cualquier problema técnico relativo a las cinco disciplinas acuáticas de la FINA es decidida por el Congreso técnico. Cada Congreso tiene dos miembros votantes de cada federación miembro, el presidente honorario y los miembros de honor.
El Congreso Técnico cuenta con miembros sin derecho a voto. El Congreso "Extraordinario" se lleva a cabo de vez en cuando, para hacer frente a un tema específico o área de interés (por ejemplo para los campeonatos del mundo de 2009 para revisar las reglas de natación se llevó a cabo un Congreso extraordinario.
Todas las reuniones del Congreso están presididas por el Presidente de FINA.
Entre los miembros del Congreso, un número pequeño de 22 miembros, llamados la mesa FINA, se reúnen para actuar de manera oportuna sobre temas que no pueden esperar a ser tratados por todo el congreso. Es la oficina que se elige la mesa FINA.
Dicen que entre los setenta y ochenta, un equipo de nadadoras del extinto club Deportivo Internacional era prácticamente imbatible en las carreras de Posta. Que si estaban en el carril de una serie, los demás clubes prácticamente debían resignarse a pelear por el segundo y tercer lugar.
Cuando se les pregunta por la veracidad de esa afirmación, Claudia, Carmen, Diana y Patricia asienten y recuerdan entre risas y con cierta melancolía aquel momento de sus vidas en el que un deporte como la natación las convirtió en un cuarteto de inseparables amigas, dentro y fuera de la pileta.
Treinta años después de haber tenido que poner fin a esa etapa, en la que compitieron a nivel local e internacional, ganaron medallas y alcanzaron récords nacionales, están sentadas una al lado de la otra, vestidas perfectamente iguales con el uniforme del Olimpia y con el mismo entusiasmo de aquellas épocas.
No es para menos. Están a punto de hacer realidad un sueño que parecía ser un capítulo cerrado cuando, a los 18 años, tuvieron que dar vuelta la página porque "era lo común" en ese entonces, según recuerda Diana Domínguez, quien hoy preside la Comisión de Natación del Olimpia y, como tal, es miembro de la Federación Paraguaya de Natación.
"No había psicólogos deportólogos, no había horizonte, no podías dedicarte a la natación como profesión. No como hoy que hay miles de torneos, incluso para gente mayor, hay apoyo del Estado y se puede expandir el deporte a los chicos", explica, a lo que Carmen Castillo acota: "No había una proyección, ¿para qué ibas a entrenar después de los 18?"
Las dos, al igual que Patricia Marchewska y Claudia Hickethier, comenzaron a nadar prácticamente por obligación. Pero una vez que aprendieron, tomaron este deporte como un estilo de vida y la excusa perfecta para volverse inseparables.
"Yo comencé a los cuatro años, cuando papá me tiró a la pileta y me dijo: Nadá. Fueron 25 metros en que no paré, mientras él no me dejaba, no me agarraba ni me dejaba agarrar la pared", recuerda entre risas Patricia.
"Empecé a nadar cuando papá se accidentó. Me quedé en casa de una tía casi todo el verano y como mis primas iban a nadar al Inter, ella seguramente no sabía que hacer con nosotros y nos mandó con ellas", rememora a su vez Diana.
"Tenemos historias similares. Obviamente que, como toda criatura, tenés que aprender a nadar. Ese fue el objetivo inicial y a los tres años me tiraron a la pileta", comenta Claudia, luego de que Carmen recordara que también empezó en el colegio Internacional, donde "a los siete años más o menos empezamos a competir juntas". "Ahí encontré a estas hermosas compañeras de vida", agrega Patricia.
Es que, cuando tienen que hablar de la carrera que hicieron juntas, las palabras de admiración de una para con las demás sobran. A lo largo de los años no solo se hicieron fuertes como equipo sino como amigas, al punto que este año, cuando dos de ellas fueron a Mar del Plata para buscar la marca que las clasificara al Mundial, las demás que ya lo habían logrado antes las acompañaron.
Pero, ¿cómo fue que decidieron volver a unirse para nadar juntas?
Al trabajar en este deporte, Diana estaba al tanto del Mundial Masters de la FINA, que se realizará en Budapest (Hungría), del 7 al 20 de agosto, y de la posibilidad de que una delegación representara al país.
Los exnadadores comenzaron a entrar en contacto entre sí, formándose el equipo de Paraguay Masters, que estará representado por 16 nadadores. Entonces, Diana llamó a sus amigas, se reunieron en la casa de Carmen, y les propuso competir en representación del club Olimpia.
Ninguna consideró la idea, a esta altura de sus vidas, descabellada. "En esa reunión, todas nos miramos. Sabíamos que Diana y Carmen siempre entrenaron, pero…", dice Claudia, "nosotras dos, ¡no!", la interrumpe Patricia entre risas.
Fue allí cuando se miraron entre todas, diciéndose "¡Che, Carmen!, vamos pues a tirarnos", "vamos pues a tirarnos, Claudia", y reabrieron el capítulo, dejando en claro que iban las cuatro o ninguna. De hecho, según recuerda Claudia, "no hay ni hubo opción" de decir "no", aunque no pueden evitar confesar que una de ellas dio algunas señales de querer "perderse por el camino".
"¡Nooo!", se apresura en responder Patricia ante la mirada acusadora de todas, que entre risas le recuerdan que a veces no iba a entrenar, se llamaba a silencio en las conversaciones del grupo y hasta se inscribió casi sobre la hora.
Pero, ante tantas acusaciones con humor, Patricia se defiende al destacar que uno debe revivir aquello que lo hizo tan feliz: "Para mí, el sentimiento fenomenal y de máxima felicidad fue volver. Siempre digo a la gente 'volví a mi viejo amor y volví en súper buena compañía'. O sea, excelentes personas, compañeras, amigas de toda la vida… Es otro código de conducta y de vida".
Y otros tiempos en los que las cuatro volvieron con una vida ya hecha, una carrera profesional, una familia formada y con hijos con los que acabaron intercambiando roles.
La posta compuesta por Carmen Castillo, Diana Domínguez, Claudia Hickethier y Patricia Marchewska, junto a Osvaldo Domínguez Dibb, en una visita de cortesía.
Orgullo de los hijos
Es que en este caso no serán los padres quienes se ubiquen en las gradas para alentar y empujar a los hijos como la "hinchada número uno". Serán los hijos quienes ocupen ese lugar, algo que por cierto ya comenzó cuando cada una llegó a casa y comunicó a la familia la decisión de volver a nadar.
Patricia, que está casada y tiene una hija estudiando en los Estados Unidos, recuerda que todos quedaron "encantados" con la noticia. "Al comienzo estaban medio dudosos, preguntaron por qué y cómo me animaba, pero fue un empuje. Un empuje familiar, un empuje entre amigas", agrega.
"Mi marido me reapoya, está feliz de que vaya, y mis hijas también. De hecho, ellas van conmigo para acompañarme", comenta a su vez Carmen, al tiempo que Diana menciona que tanto su esposo como sus hijos son quienes más la presionan. "Me dicen que me concentre, que tome todo en serio", dice sonriendo.
Para Claudia, quien a los 17 años hizo "sufrir" a su inseparable madre al aceptar la propuesta de un profesional italiano de entrenar y competir durante un año en Roma, dice que la misma "ahora está más entusiasmada que yo", al igual que sus dos hijos.
La emoción que padres, esposos e hijos no logren superar será, sin duda alguna, el momento en que pongan los pies al borde de la pileta del Dagály Swimming Complex y la adrenalina de los setenta y ochenta vuelva a apoderarse de ellas, para cumplir ahora un sueño mundial.
De igual manera, prefieren no pensar en ese instante, "porque me pongo nerviosa", reconoce Diana, aclarando que "no es ansiedad" porque "todo está bien controlado. Hicimos la marca mínima para clasificar, que también fue un desafío". "Es divertirse, pasar bien y disfrutar", agrega Carmen.
Apenas el principio
De hecho, el haber superado ese desafío de clasificar por mérito propio, hizo que las cuatro tomen el Mundial de Budapest como el principio de una nueva etapa de competición.
"Nuestro objetivo no es solo ir al Mundial. Esto es lo que teníamos cerca, un primer paso. La idea es, en un año, armar un calendario con torneos locales e internacionales para viajar y competir juntas, porque nuestro próximo objetivo es el Panamericano Máster que se hace en Orlando, Florida, en julio del próximo año. Todavía estamos con un pie en el avión, pero en nuestra mente ya está el próximo viaje", confiesa Claudia.
Es que hoy no solo sobran motivos sino que ellas también cuentan con los elementos necesarios para prepararse y competir como no lo pudieron hacer en su momento. Por ejemplo, una pileta de 50 metros con agua templada como la del Centro Acuático Nacional (CAN).
"Antes solo teníamos piletas de 25 metros. La del Olimpia se hizo gracias a nosotras, ya que papá (Osvaldo Domínguez Dibb) le preguntaba al entrenador por qué salíamos al exterior y no ganábamos. Él le decía que nosotras entrenábamos en una pileta de 25 y los torneos eran en piletas de 50 metros", recuerda Diana.
"Hay una marcada diferencia entre entrenar en una pileta de 25 y en una de 50 cuando querés buscar marcas. Era difícil tener una proyección acá, si ni siquiera tenías una pileta donde entrenar", recalca Claudia, al tiempo que todas recuerdan lo duro que era entrenar en invierno.
"Nadábamos y nos congelábamos", rememora Carmen, por lo que la alternativa era "trotar por el barrio, hacer mucho físico y pesa", agrega Patricia, para luego asegurar -si se quiere con orgullo- que "fuimos las primeras atletas en levantar pesa". "Éramos medio deformes", sostiene Diana, mientras todas sonríen recordando y señalando como lucían en ese entonces.
"En la cultura de esa época era: tu hombro es muy grande, tus brazos… Ahora eso cambió drásticamente", recuerda Patricia. "El físico de las nadadoras cambió. En nuestra época era difícil ser adolescente y deportista", lamenta Diana.
Hoy, todos aquellos "contra" que tenía dedicarse a la natación forman parte de la anécdota que las hace reír y todos aquellos sueños que quedaron truncos cuando, "porque así debe ser", dejaron de tirarse a la pileta, están a punto de hacerse realidad.
Claudia, Carmen, Diana y Patricia parten a Hungría en los próximos días. Primero competirán en pruebas individuales y, el 18 de agosto, entrarán juntas al complejo natatorio, como tantas veces lo hicieron en el país y Sudamérica, y hasta en el río Paraguay para cruzar la bahía. Pero, esta vez, lo harán para hacer realidad un sueño mundial.
Segundo Mundial
En la historia de la natación máster de Paraguay, esta será la segunda ocasión en que el país cuente con representantes en un Mundial. La primera vez fue en el año 2008, cuando Marcelo Torcida y Miguel Calvo compitieron en Australia.
En esta ocasión, entre unos quince mil nadadores de todo el mundo, Paraguay estará representado por nada menos que 20 nadadores. Las cuatro representantes del club Olimpia y 16 pertenecientes al club Paraguay Másters, que encabeza el olímpico Alfredo Carrillo (compitió en Atlanta 1996).
Todos se prepararon en eventos locales e internacionales, dos de ellos realizados incluso en el país, donde alcanzaron las marcas necesarias para clasificar al Mundial de Budapest. La delegación nacional comienza a viajar, en distintos grupos, a partir del 8 de agosto.
Dressel iguala récord de 7 oros de Phelps en clausura del Mundial de Budapest
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Budapest, Hungría | AFP |
Caeleb Dressel puso fin a una participación histórica en el Mundial de Natación de Budapest con una séptima medalla de oro, en el 4x100m estilos, igualando el récord de su legendario compatriota Michael Phelps.
Aunque en Melbourne 2007, el 'Tiburón de Baltimore' logró cinco de sus siete títulos en pruebas individuales y Dressel, de 20 años, sumó en la capital húngara tres oros en solitario (50m y 100m libre, 100m mariposa) y cuatro títulos en relevos (4x100m libre, 4x100m estilos, 4x100m libre mixto y 4x100m estilos mixto).
"Nunca me lo había planteado, así que no sé qué decir. Simplemente estoy muy feliz", declaró Dressel al ser preguntado qué sentía al igualar el récord de Phelps. "Fue una buena temporada, un buen año, hay mucho más trabajo de lo que la gente puede ver en una semana", añadió.
Acompañado por Matt Grevers, Kevin Cordes y Nathan Adrian, los relevistas estadounidenses marcaron un crono de 3:24.91, superando a Gran Bretaña (3:28.95) y Rusia (3:29.76) para sumar la 21ª medalla de oro para Estados Unidos, que lideró claramente el medallero del campeonato con un total de 46 preseas (con 12 de plata y 13 de bronce).
Minutos antes de esta medalla, las estadounidenses Kathleen Baker, Lilly King, Kelsi Worrell y Simone Manuel se proclamaron campeonas del mundo del relevo 4x100m estilos y lo hicieron además con nuevo récord, al completar la prueba en 3:51.55 y recuperar el título que perdieron ante las nadadoras chinas en Kazán 2015.
Otro norteamericano, Chase Kalisz se coronó nuevo campeón del mundo de los 400m estilos en una final en la que el brasileño Brandonn Alemida, finalizó es séptima posición y cerró la participación de Brasil con un total de 8 medallas (2,4,2) para quedar en el Top 10 del medallero.
En las otras dos finales masculinas del último día de competición en Budapest, el italiano Gregorio Paltrinieri revalidó su título mundial de los 1500m libre y el francés Camille Lacourt, de 32 años, ganó el oro en la última prueba de su carrera deportiva, los 50m espalda.
"No podía acabar mejor mi carrera. Soñaba con subir al podio en la última carrera de mi vida y subir al escalón más alto es simplemente increíble", declaró el nadador galo.
Plata para Belmonte
En categoría femenina, la española Mireia Belmonte ganó la medalla de plata en los 400m estilos tras quedar por detrás del gran ídolo de la afición húngara, Katinka Hosszu.
La húngara completó la prueba con un crono de 4:29.33, nuevo récord del campeonato, mientras que la española hizo 4:32.17 y el bronce fue para la canadiense Sidney Pickrem (4:32.88).
Ante el delirio del público que llenaba el Danubio Arena en la última jornada, Hosszu dominó la prueba de principio a fin para revalidar su título mundial en esta modalidad, en la que es también campeona olímpica.
Hosszu logra además su tercer doblete mundial consecutivo de 200m y 400m estilos. Con este oro, la 'Dama de Hierro', una de las grandes estrellas de la natación, suma su cuarta medalla, tras el título en los 200m estilos, la plata en los 200m espalda y el bronce en el 200m mariposa.
Precisamente, en esta última prueba fue en la que Belmonte conquistó la medalla de oro. La española acabó su participación con tres medallas, al haber sumado también la plata en los 1500m libre, la mitad de las logradas por España (1,5,0 y 11ª en el medallero).
La estadounidense Lilly King, 20 años, se coronó campeona mundial de los 50m braza con nuevo récord del mundo, 29.40 y derrotando a su gran rival, la rusa Yulia Efimova, segunda a 17 centésimas.
Fue el segundo récord mundial en Budapest para King, tras el de los 100m braza, y la segunda victoria sobre Efimova, con la que está enfrentada después de que la rusa cumpliese una sanción de 16 meses por dopaje en 2014.
La sueca Sarah Sjöstörm ganó el oro en los 50m libre, pero con un crono de 23.69 se quedó a dos centésimas de su propio récord mundial, logrado el sábado en las semifinales.
Finalmente, el estadounidense Steve Lo Bue ganó el oro en clavados de altura, en una final en la que colombiano Orlando Duque, campeón mundial en 2013, acabó sexto.
Pellegrini deja a Ledecky sin el oro mundial en los 200m libres
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Budapest, Hungría | AFP |
La italiana Federica Pellegrini se impuso en la final de los 200 metros libres del Mundial de Natación, este miércoles en Budapest, acabando con la posibilidad de que la estrella norteamericana Katie Ledecky sume seis oros en esta edición del evento.
En una de las finales más esperadas de este campeonato, por el enfrentamiento directo entre tres estrellas de la natación como Ledecky, Pellegrini y la húngara Katinka Hosszu, la italiana se impuso con un gran esprint en los últimos 50 metros.
La australiana Emma McKeon dominó la prueba en los primeros tres largos en la piscina del Danube Arena de Budapest, seguida de cerca por Ledecky, pero la italiana remontó en los últimos metros para imponerse con un crono de 1:54.73.
Ledecky y McKeon tocaron la pared al mismo tiempo (1:55.18) y compartieron la plata, mientras que Hosszu sólo pudo acabar séptima.
Oro histórico y emotivo
Campeona mundial en 2009 y 2011 en esta distancia, Pellegrini se convierte a sus 28 años en el primer nadador de la historia que suma siete medallas en una misma prueba. El oro, además, tiene un sabor a despedida, ya que Pellegrini anunció tras la carrera que era su último 200m libres.
"Es una medalla fantástica. Pensaba que podía subir al podio, pero no ganar el oro. Pensaba que lo iba a ganar Ledecky", admitió la italiana, que acabó cuarta en esta prueba en los Juegos Olímpicos Rio 2016.
"Antes de los últimos 50 metros, pensaba que estaba en la misma posición que en Rio. No sé de dónde saqué la energía. Es el último 200 libre de mi carrera", anunció.
Más motivada
Al día siguiente de convertirse en la nadadora con más títulos mundiales de la historia (12), Ledecky dijo adiós a su sueño de sumar seis oros en Budapest (donde suma tres oros y una plata tras cuatro pruebas disputadas).
Es la primera carrera que Ledecky pierde en 13 finales en grandes campeonatos (juegos y mundiales), pero lejos de venirse abajo, declaró que la derrota le dará más motivación para los próximos años.
"Sabía que iba a ser duro, pero no me puedo lamentar de una plata", declaró la nadadora de 20 años. "No sé que pasó, tengo que volver a ver la carrera en video para saber qué es lo que tengo que hacer mejor", añadió.