• Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA
  • jzaratelazaro@gmail.com

Lo que eres como persona y la calidad de tu vida, tanto laboralmente como fuera de él, dependen en gran medida de tu actitud.

El ambiente que nos toca vivir está íntimamente interrelacionado con la actitud más que de otra cosa. Hay personas que viven pensando en el pasado, sin preocuparse ignorando el presente y el futuro.

Hay dos clases de personas en el mundo, quienes, con igual grado de salud, riqueza y otras comodidades, llegan a ser, el uno feliz y el otro miserable. En cualquier situación que se encuentren colocados los hombres, encontrarán comodidades e incomodidades; en cualquier compañía encontrarán personas y conversaciones más o menos agradables; en cualquier clima encontrarán buen y mal tiempo.

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Tenemos personas que muestran, poca habilidad y brillantez pero, sin embargo, se los ve con una actitud agradable y justa hacia los compañeros, lo cual podrá tornarse en “un trampolín” importante para llegar a posiciones de relevancia dentro de la organización.

Los gerentes revelan su actitud hacia el trabajo en sus labores diarias. Si es falsa, se reflejará en su trabajo y podría ir en desmedro de sus compañeros.

Era la imagen que transmitían la mayoría de los jefes autocráticos y autoritarios del siglo XX y principios del XXI que se consideraban imprescindible dentro de la compañía cuando que nadie lo somos por más que nos hacían creer lo contrario.

La desventaja más visible de un gerente lo constituye una actitud mental defectuosa o ideas como la de creer que un objetivo no puede lograrse, la falta de confianza, la vanidad, los celos, el temor, la estrechez de criterio y los prejuicios personales.

La actitud que muestre el subalterno es tan importante como la del jefe. Influye sobre la calidad de su trabajo. De ahí la relevancia de aprender a trabajar en equipo y el respeto mutuo que debería primar entre jefes y subordinados para la buena marcha de las organizaciones.

El individuo o grupo que cree que puede triunfar, que la misión puede cumplirse, que sus compañeros de trabajo son competentes o que su jefe sabe lo que está haciendo constituyen componentes que involucran una buena actitud.

Una de las razones principales por las que esta palabra encierra una importancia primaria dentro de la Administración de Empresas, radica en que se constituye en una de las claves de la satisfacción en el trabajo y aporte a un buen clima laboral.

Cuando nos esforzamos por obtener resultados satisfactorios en nuestro ámbito laboral, los jefes, supervisores y principales directivos tienen mejor allanado el camino para el logro de objetivos y metas.

Los niveles de satisfacción que podamos alcanzar podrán derivarse del trabajo que vaya aparejado de una actitud favorable, buena dirección y supervisión eficaz.

No es cuestión de combinar simplemente tres o cuatro factores para producirlo ni de exponer a varios individuos a un mismo patrón de influencias para desarrollarlos. ¿Por qué muchas veces nos resistimos a cambiar de actitud?

Porque constituye un atributo personal y denota cierto orgullo, afecto o disposición íntima a reaccionar y no nos damos cuenta que siendo proactivos, comunicativos y cooperativos con nuestros subordinados y colegas la posibilidad de logros positivos, tienen mayores chances de concreción.

Trabajamos en base a objetivos y metas cuali y cuantitativas, pero muchas veces nos olvidamos que detrás de ello hay seres humanos que merecen un buen trato y no el autoritarismo que muchos jefes aún creen que siendo así” lograrán lo que se proponen.

Fueron modelos de comportamiento muy comunes en el siglo XX, pero que con los paradigmas actuales lo único que lograremos es “hundir” a nuestras empresas dentro de un mercado estrecho pero cada vez más competitivo, donde los gustos y tendencias de nuestros consumidores cambian permanentemente.

Los jefes autocráticos que era común ver hasta hace algunos años, hoy se ha convertido en deshechos, pues los directivos se dieron cuenta que los jóvenes de las generaciones X, Y y Z tienen una forma de pensar y de actuar muy diferente.

Etiquetas: #actitud#aptitud

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