- POR ISMAEL CALA
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En nuestra vida cotidiana, a menudo nos encontramos inmersos en un ritmo acelerado y exigente. Sin embargo, es esencial recordar que cuidar de nosotros mismos es fundamental para mantener un equilibrio saludable, y vivir nuestra espiritualidad individual, pues no necesariamente esta se encuentra ligada a nuestras creencias religiosas, sino que representa nuestra más íntima conexión con nosotros mismos.
Es esta vía de comunicación interna la que nos permite redescubrirnos y avanzar por la vida, tomar decisiones acertadas y asertivas, así como también compenetrarnos de forma más auténtica con las personas que nos rodean.
Por citar un ejemplo claro, uno de los primeros pasos para cultivar la conexión interna es aprender a lidiar con nuestro crítico interno. Cuando esa voz negativa se intensifica, es importante hacer una pausa y repetir afirmaciones positivas. Reconocer cuando ocurre, y auparnos una y otra vez con frases como “¡Lo estoy haciendo bien!”, puede cambiar instantáneamente nuestra perspectiva y llevarnos a un lugar mental más saludable.
En este proceso de aprender a autocuidarnos, es vital tomarse un tiempo para recargar energías. Cuando estamos ocupados, podemos aprovechar para dar un breve paseo por algún parque y caminar en la naturaleza. Eso sí: sin llevar el teléfono ni escuchar música, para que podamos sumergirnos en la belleza natural que nos rodea.
Aunque seas o no un teletrabajador, me encantaría sumar a estas recomendaciones un recordatorio para ayudarnos a ponernos de pie y mover las piernas, en el caso de que nuestro empleo exija que estemos una cantidad enorme de tiempo sentados frente al computador.
Para guardar nuestra salud de posibles complicaciones futuras propias del sedentarismo, es importante encontrar formas de mantenernos activos y en sintonía con nuestro cuerpo.
En medio del ajetreo diario, es crucial encontrar momentos para hacer una pausa y respirar. Alejarse a un tercer espacio y dedicar unos minutos a la meditación puede ser de gran ayuda. Tomar unos minutos para resetear y despejar nuestra mente nos permite ser siempre la mejor versión de nosotros.
Por supuesto, actividades como escuchar música, leer una novela cautivadora o disfrutar de la compañía de nuestras amistades y seres queridos, nadar en el mar o disfrutar en nuestro tiempo libre de algún hobby, también puede ayudarnos a recargar energías y encontrar así momentos de conexión interna.