Daniel Correa, Director de Relaciones Institucionales Puente Casa de Bolsa S.A.

El mercado empieza a mostrar los signos de un nivel de liquidez importante. En los últimos meses hemos visto como la cartera de los bancos ha mostrado una desaceleración del crecimiento (3% interanual a abril), siendo que en años anteriores el ritmo superaba fácilmente los 2 dígitos de crecimiento.
La desaceleración económica desde mediados del 2015 y la los nuevos patrones estructurales del consumo han hecho que la cartera de los bancos mostraran este comportamiento. Estos resultados macroeconómicos han influenciado en la curva de rendimiento del mercado bursátil. Aunque el impacto ha sido distinto dependiendo del tipo de emisor. Cuando hacíamos el mismo análisis 3 meses atrás en spread que teníamos entre los emisores BBB-/A y los A+/AAA se ubican en 300 y 400 puntos básicos como mínimos y máximos. En tanto que estos rangos se incrementaron y terminaron ubicándose en los últimos días en 300 y 500 puntos básicos.
Estos resultados tienen una clara explicación en el comportamientos de los rendimientos de bonos de entidades financieras ubicadas en ratings de A+/AAA. Claramente, las necesidades de liquidez han mermado y esto descomprime la demanda de dichas entidades. A su vez, los inversores han demostrado un apetito mayor por papeles que les genere un rendimiento mayor debido a este escenario. No cabe duda, que esta compresión de tasas hacia la baja de dichas entidades no duraría demasiado tiempo considerando las proyecciones de crecimiento del consumo y la inversión para lo que resta del año.
De todos modos, también el escenario limitado de emisiones en el mercado primario complica el panorama para la construcción de un portafolio más eficiente. Es por ello, que hemos visto un escenario en el cual los inversores han optado por elevar su aversión al riesgo y apostando a instrumentos de deuda con plazos y rendimientos mayores.

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