La descompensación del cura acusado por coacción sexual, Silvestre Olmedo, se debió a que se le subió la presión por el "cagazo" o miedo, que tuvo al enterarse que debía guardar reclusión en la Penitenciaría de Tacumbú, según explicó el Dr. Aníbal Filártiga, director del Hospital del Trauma.

Si bien, el experto en medicina no atendió personal ni particularmente a Olmedo, el mismo aseguró a la 970 AM esta mañana que el cura jamás pensó que lo iban a imputar, y mucho menos, que terminaría en prisión.

"Por lo que tuvo un cagazo", como se refirió sin pelos en la lengua Filártiga, cuando se enteró de la decisión de la Jueza. Agregó que -obviamente- el caso demanda de atención médica, ya que la "crisis hipertensiva en esas condiciones pone en riesgo la vida".

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"Creo que lo debían dar un sedante y una medicación para que descanse y reponga. Pero definitivamente el caso no era para una internación", manifestó.

A prisión

El presbítero Silvestre Olmedo deberá ir a la cárcel por coacción sexual. Sin embargo, el cura se descompensó al enterarse de la sentencia ayer durante la audiencia de imposición de medidas y fue trasladado al Hospital Universitario por lo que hoy debe darse cumplimiento a lo establecido por la ley.

Silvestre Olmedo fue imputado en diciembre del año pasado por haber acosado a una catequista.

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