Representantes del sector ganadero destacaron la importancia del mercado turco para la carne bovina, ya que el ingreso a ese destino y el posicionamiento del producto local podría representar la oportunidad de colocar buen volumen y a buenos precios.

Marcos Medina, viceministro de Ganadería, informó que Turquía es un país de más de 80 millones de personas y con un ingreso per cápita/año de US$ 10.000. Expresó que esta nación ha incrementado considerablemente su nivel de consumo de proteína animal, a tal punto que en los últimos siete años triplicó su consumo de carne vacuna, pasando de 4,4 kilogramos a 13,7 kilogramos anuales.

Según el informe del Viceministerio de Ganadería (VMG), en el 2016 Turquía importó 40.000 toneladas de carne por un valor de US$ 180 millones.

El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) ya presentó la documentación técnica al Gobierno de Turquía. El servicio veterinario turco tendrá que realizar la evaluación para la posterior apertura de dicho mercado.

Según los datos del servicio veterinario oficial, en el primer mes del año se exportó carne bovina a 31 diferentes mercados. El volumen de embarques de la proteína roja se incrementó 18% con relación al primer mes del año pasado y alcanzó 20.645 toneladas.

La exportación de carne bovina permitió un ingreso de divisas de US$ 86,7 millones

en el primer mes del año, la cifra representa un crecimiento del 30% en relación a los US$ 67 millones generados en el mismo mes del año pasado, según el informe del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).

Los mayores compradores del producto fueron Chile con 6.759 toneladas, Rusia con 6.719 toneladas, Brasil con 1.997 toneladas, Vietnam 1.202 toneladas, Israel con 975 toneladas, Irán 677 toneladas, Taiwán 447 toneladas, Kuwait 351 toneladas, Líbano 279 e Irak con 215 toneladas, informó el Senacsa.