Londres, Reino Unido. AFP.
Pero los propietarios del club han preferido mantener los pies en la tierra, toda vez que la permanencia en la primera división inglesa peligraba, con la catástrofe que un descenso –valorado en la pérdida de 120 millones de euros– podía generar.
El portugués José Mourinho o Gary Lineker en Inglaterra, Luciano Spalletti o Roberto Mancini en Italia y varios periódicos deportivos de Europa han criticado la decisión de los propietarios tailandeses del Leicester al entender que Ranieri, considerado por la FIFA como mejor entrenador de la temporada pasada, merecía más respeto.
"Campeón de la Premier y nombrado mejor entrenador del 2016. Despedido. Eso es el fútbol moderno", criticó Mourinho.
Pero la familia Srivaddhanaprabha perdió la paciencia debido a las dificultades del técnico para enderezar el rumbo negativo que había dejado a los Foxes a un punto del descenso.
El título obtenido el pasado mes de mayo fue histórico, pero un descenso –alega la directiva– también lo sería: ningún equipo desde el Manchester City en 1938 ha descendido tras ganar la liga.
Pero más que el peso de la historia, lo que ha motivado el despido del italiano han sido los números, porque la situación no es para nada la misma en la Premier que en segunda división.
Con unos derechos televisivos que ascienden a 2.000 millones de euros por temporada, la permanencia en la primera categoría inglesa nunca ha sido tan lucrativa. Cada año los clubes reciben, como mínimo, 120 millones de euros a tal efecto.
Mientras que en segunda los equipos ingresan únicamente 3,5 millones por temporada en concepto de derechos televisivos. Todo un mundo de diferencia.
"El descenso sería un desastre" apuntó en este sentido el ex portero del Leicester, Peter Shilton, uno de los pocos que ha secundado la decisión de los dirigentes del club.
Como posible sustituto suena el también italiano Roberto Mancini, ex entrenador del Manchester City entre otros y jugador, durante una corta temporada, del Leicester.
También se presentan como posibles opciones Nigel Pearson, que ya dirigió al club en dos etapas; el antiguo técnico del Crystal Palace, Alan Pardew; o el holandés Frank de Boer, libre tras su fracaso en el Inter.