El departamento estadounidense de Seguridad Interna (DHS) publicó este martes dos circulares internas que refuerzan la captura y deportación de inmigrantes ilegales, dejando muy pocas excepciones a la medida, como había prometido el presidente Donald Trump.
En dos memorandos internos, fechados el lunes y divulgados este martes en el sitio web oficial del Departamento, el secretario de Seguridad, John Kelly, determinó que aún inmigrantes sin antecedentes criminales podrán ser objeto de deportación inmediata.
De acuerdo con los dos documentos, la prioridad seguirá siendo la captura y deportación de inmigrantes en situación irregular y con antecedentes criminales, como había sido práctica desde el anterior gobierno, de Barack Obama.
No obstante, el documento añadió que "con extremadamente pocas excepciones limitadas, el DHS no eximirá ninguna clase o categoría para remoción de extranjeros de la potencial aplicación de la ley". "Todos aquellos en violación de las leyes de migración pueden ser sujetos a procedimientos de aplicación de la norma, incluyendo la remoción de EEUU", apunta el documento.
Kelly también determinó la contratación de 5.000 nuevos empleados para la guardia fronteriza (CBP) y de 10.000 empleados para la agencia de control de migración (ICE).