Natalia Doljak es una de las pioneras dentro del terreno de la electrónica y la movida nocturna. Caracterizada por su individualidad al hablar, su estilo y susceptibilidad auditiva, nos embarcamos en un viaje donde relata su experiencia a través de la música.

Entrevista y estilismo: Matías Irala

Fotografía y edición digital: Manuel Meza

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Producción: Juan Ángel Monzón

Cuatro décadas atrás la música avizoraba un nuevo auge, los 70 ya habían gestado la electrónica a partir de la visión de los padres del estilo: Kraftwerk, que con sus ritmos repetitivos y melodías incendiaron las pistas de baile. A inicios de los 80 los sintetizadores comienzan a cobrar preponderancia para traernos la extravagancia del estilo new romantic, unos jóvenes Depeche Mode coqueteaban con su sonido electro oscuro que tradujo toda una innovación en materia estética y auditiva; mientras, David Bowie lograba palidecer con sus regustillos futuristas en el terreno de la música, atrayendo a las masas nuevamente al pop al mezclarlo con sonidos provenientes del espacio.

En los 90, en una habitación escuchando la radio, adaptando cassettes y tratando de capturar algún sonido a través de su grabadora, Natalia Doljak descubre su pasión por la música, la cual le permitió posicionarse dentro de un terreno anteriormente insospechado para mujeres: el ser Dj.

"Me gustaba grabar. Recuerdo que estaba pendiente de grabar mis bandas favoritas, especialmente de estar atenta a grabar canciones de Depeche Mode en la radio. Otro estilo por el cual me inclinaba mucho era el rock argentino. Estaba muy concentrada en ver todo lo que ocurría, investigaba bastante", recuerda de sus inicios.

Natalia Doljak es una conocida Dj del ámbito local que transformó su gusto por la música en una profesión, un reto que lleva varios años posicionándola en el ámbito. Su motivación le valió para alterar su nombre como marca registrada ligada al ámbito del entretenimiento musical.

Sobre su primera experiencia profesional ligada a la música, menciona: "Cuando terminé el colegió decidí trabajar en un Music Hall, quería estar cerca de la música y recomendar a los clientes, orientarlos a partir de mis conocimientos. Trabajé una temporada y lo más excitante era poder estar cerca de los discos y tenerlos al alcance".

La dama de apellido esloveno, delgada y con aire misterioso, va desfilando su melomanía a partir de su retrospectiva mental. Considera que en principio, no vaticinaba que terminaría totalmente abocada a ser Dj, incluso asocia que su actual profesión está ligada a una percepción personal que tenía sobre la movida nocturna:

"Solía salir a bares pero no me gustaba la música que pasaban. Entonces, pensaba que estaría bueno pasar mis materiales, traer las compilaciones que recolectaba o ir a radios para pasar música. Llegué a ir a estaciones de radio, pero me decían que debía pasar gradualmente el tipo de música que proponía para que la gente consumiera".

El transcurso del tiempo

Retrocediendo al pasado, nos encontramos con la banda Dead or Alive del fallecido Pete Burns, quien gestaría una nueva variación dentro de la electrónica pop denominada HI-ENRG (alta energía), agregando agilidad al tempo; algo poco usual en aquel entonces. Pet Shop Boys haría la vida de cuadritos a las radiofórmulas con su electrónica melosa, posteriormente hicieron su ascenso a las discotecas con variaciones electro pop.

A finales de ese período, Derrick May lanzaría su fiebre techno en Detroit, Estados Unidos. El "pop agresivo" iba instalando elementos electrónicos en sus composiciones dando como resultado varios himnos de la mano de los belgas Front 242, que llevaron la electrónica a una nueva vanguardia amparada por medios digitales. Innovación era una etiqueta que gustaba a los Front 242, por lo que se inclinaron por asociar su nombre a diferentes subgéneros del estilo.

"Mis primeros toques fueron en Pulso, un bar actualmente extinto que estaba en Galería Colonial, un sitio donde anteriormente había varios bares. De ahí pasé a un local que se caracterizó por ser el primer lounge bar de Asunción, consolidando su estilo nocturno por ser un ambiente más distendido. Pulso era más underground, pasábamos géneros más variados", comenta Natalia.

Doljak considera que estos bares le permitieron discernir que definitivamente quería abocarse a la movida electrónica. "Me permitieron ver que no era simplemente un hobbie, quería dedicarme a esto", destaca.

La Dj tiene un basto historial de emprendimientos. Junto a su amiga Tasha López Moreira en el año 2012 funda sobre 25 de mayo el bar El Taller, donde se caracterizaba por pasar músicas retro. "Considero que mi estilo es variado a la hora de pasar música -aclara-, también me motiva el pedido del público. Puedo ir desde techno, house, indie o retro. Por ejemplo, en un evento de envergadura como fue el de Carolina Herrera (refiriéndose a la visita reciente de la hija de la diseñadora venezolana) me pidieron música de los 80".

La electrónica es un terreno donde la puesta visual cobra un papel ciertamente transcendental. Doljak es consciente de esto por lo que a la hora de presentarse, también imprime su personalidad.

Su imagen como Dj es una cita recurrente en eventos ligados al arte o moda:

"Estuve presente en desfiles del Asunción Fashion Week para marcas como Viuda Ramirez, en el Tresemmé Runaway Fashion Show; entre otros. Considero que la electrónica y la moda están estrechamente ligadas".

Al ser consultada respecto a mujeres ligadas al plano musical que la inspiran, libera una curiosa lista: "Me inspira Kate Bush con su baile, como se expresa; más dispares como Björk por anticipar sonidos y usar tecnología en sus canciones, o la Dj Ellen Allien, por llevar la electrónica a nuevos escenarios".

Durante los 90 la música electrónica se catapulta como estilo expandiéndose a otros géneros musicales. La melodía industrial cobra preponderancia como emblema contracultural mediante bandas como Nine inch Nails, que atraen un nueva formato a la electrónica dentro de la cultura pop a través de complejas presentaciones donde mezclaban rock. El acid house implanta su sonido psicodélico a pesar de la fuerte controversia ligada al concepto "Smiley" (Sonríe) con sus tonalidades flúor, respecto al debate de separar la electrónica de los bares elitistas de Europa.

El dúo The Chemical Brothers aparece en los 90 llevando la electrónica a nuevos horizontes, con su particular Big Beat que se caracterizaba por la roturas de base rítmica para crear nuevos sonidos, lograron revolucionar el espectro musical de la época. Moby conquistaría a finales de los noventa con su elegante Play, demostrando el costado ecléctico de la electrónica para acercar sonidos anteriormente desconocidos a la cultura popular.

Sobre si existe algún tipo de tecnicismo para ser Dj, Natalia apuesta por creer en la pasión:

"Existen escuelas o lugares que te orientan, pero en mi caso fui autodidacta. Creo que si personalmente te gusta de verdad algo terminás por abocarte a eso".

Dollhouse: Un proyecto de chicas

Recientemente, Natalia se embarcó en un viaje al Ecuador con su proyecto Dollhouse con las Djs Victoria Mussi y Constanza Zavala, auspiciado por una reconocida marca de cerveza. Dollhouse es un ciclo creado por las tres hace más de dos años con la intención de expresar el estilo de cada una.

"Dollhouse es un colectivo musical que creamos con las chicas para dar a conocer nuestra pasión por la electrónica. Comenzó como algo pequeño pero eventualmente fue teniendo más receptividad hasta el punto de poder expandirse en el exterior", menciona.

Respecto a cómo ve el futuro de la música, se muestra optimista al predecir que la electrónica seguirá vigente:

"La electrónica es un estilo que inicialmente fue tildado como temporal, tras tantos años sigue en auge y vaticino que seguirá prevaleciente por mucho tiempo e incrementando sus géneros".

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