• Por Christian Pérez

Quizás no todos son de la misma camada, pero sí pertenecen a la generación de oro, la que le dio la alegría más grande al fútbol paraguayo en Sudáfrica 2010, donde Paraguay fue el octavo mejor equipo de la Copa del Mundo.

Histórica posición, inédita participación en cuartos de final y una heroica despedida ante la que se consagraría luego como campeona del mundo: España. Gran parte de ese plantel hoy le da brillo, jerarquía y un atractivo distinto al fútbol paraguayo, que disfruta de la calidad y experiencia de esos atletas.

Desde hace tiempo, Carlos Bonet, ahora en Capiatá y Julio Cáceres en Guaraní, aportan su experiencia en clubes locales y han sido múltiples campeones. Jontahan Santana volvió para jerarquizar aun más el rico plantel de Nacional, luego de haber tenido pasantías en Libertad y Cerro Porteño. El naturalizado paraguayo recorrió 14 clubes y busca brindarle algo más al tricolor, que quiere recuperar sitios de privilegio.

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Vuelta con ambición

Olimpia fue uno de los equipos que le marcó el camino a los hombres de Sudáfrica. Primero convenció a Cristian Riveros, que sigue impresionando con su incansable entrega y luego trajo al hijo pródigo, Roque Santa Cruz. El máximo goleador de la Albirroja genera un atractivo diferente, por su calidad indiscutible como atleta y ni qué decir por lo que aporta en cuanto a marketing.

Roque volvió a casa tras jugar en nueve clubes diferentes, con los que compitió en 19 competiciones distintas y con más de 500 partidos en las ligas más importantes del mundo.

Entusiasma

Cerro Porteño ha sido uno de los que más ha buscado traer a los mundialista. Ha intentado con "Tacuara", Da Silva y hasta Verón, pero finalmente pudo seducir al "León" Nelson Haedo. Sin lugar a dudas pasó a ser el imán del plantel con el público, que se ha contagiado de sus ganas y forma de jugar.

A sus 33 años ha debutado en la máxima categoría de nuestro fútbol, luego de recorrer seis países, tres continentes y once equipos.

En Libertad, aunque con perfil bajo, Antolín Alcaraz da clases de elegancia y jerarquía desde el año pasado. Ya conquistó un título incluso, su segundo, ya que el único trofeo levantado había sido la FA Cup con el Wigan inglés.

Luqueño no se quedó atrás y apostó por la tremenda experiencia de Enrique Vera, múltiple campeón con la Liga de Quito y que es uno de los más recordados de la hazaña del 2010.

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