Buenos Aires, Argentina. AFP.

A toda prisa y sin frenos. Karol Sevilla aún no alcanza la mayoría de edad y saborea la popularidad internacional multiplataforma gracias al protagónico en "Soy Luna", la serie infantil que la sacó de México para grabar en Argentina su primer gran papel.

La chica de los patines irrumpió como estrella infantil el año pasado gracias a la serie de televisión "Soy Luna" y al afán de esta actriz de 17 años por publicar cada uno de sus pasos y hasta sus estornudos en las redes sociales.

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"Me encanta subir mis pensamientos, mis anécdotas, estar conectada", contó Sevilla a la AFP en el set de grabación del programa que desde su estreno en el 2016 a través de Disney Channel de América Latina y Europa llega a casi 150 países y está doblada a 15 idiomas.

Menuda e inquieta, Sevilla primero llamó la atención de su familia, que en las gracias de la niña vio aptitudes para mostrar al gran público. "En mi caso fue mi abuelita quien me llevó a la tele", contó.

Un día accedió a la escuela del gigante Televisa, actuó en telenovelas, siguieron algunos comerciales y probó algo de cine.

Desde el 2015 vive en Argentina "pero sigue estudiando a distancia. Sin excepciones", apunta su madre, Carolina Cisneros, observando tímida el histrionismo de la menor de sus tres hijos.

"Me fui de México a los 15 años. Me vine con mi mamá a vivir y he crecido mucho en todos los aspectos, actoralmente pero también personalmente", contó Sevilla sobre la experiencia argentina que considera "un gran paso" en su vida, que pronto llegará a las librerías como biografía.

"Lo que más extraño es el picante en las comidas", lamenta.

El estreno de la segunda temporada de "Soy Luna", el próximo 17 de abril, sorprende a Sevilla convertida en estrella de niñas que le piden selfies en Buenos Aires, Madrid y Bogotá, y cantan sus éxitos con más de 100 millones de visualizaciones en You Tube.

"Luna" (Sevilla) es una adolescente feliz, que le encanta patinar y que debe cambiar de país por una circunstancia familiar. Allí, busca adaptarse a un nuevo grupo de amigos, convive con incipientes amores y desarrolla su virtud en el canto, entre un elenco de jóvenes de distintos países.

La hiperexposición de Sevilla en Instagram, Facebook, You Tube y Twitter ha traído réditos a Disney con jugosas ventas en juguetes, ropa y los patines con alas del personaje.

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