Por Laura Morel

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La maratón es una carrera de larga distancia. Para ser bien exactos, de 42 kilómetros y 195 metros que el keniata Dennis Kimetto la completó en 2 horas 2 minutos y 57 segundos, mientras que la británica Paula Radcliffe lo hizo en 2 horas 15 minutos y 25 segundos.

Esos son los récords mundiales, alrededor de los cuales oscilan los mejores tiempos de los atletas de élite, mientras que los amateur, aficionados a las corridas de calle, suelen completar en tres, cuatro y hasta cinco horas.

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Karina Molinas (35 años) y Diego Piris (30) son dos atletas paraguayos que justamente empezaron a competir en las carreras de calles, con distancias de 5 y 10 kilómetros hasta llegar a la maratón, que no hace mucho volvió a instalarse en el calendario del atletismo nacional.

Sin embargo, un día se dieron cuenta que los 42.195 metros ya no les resultaba suficiente. "Quisimos ir escalando porque ambos somos desafiantes", confiesa Karina, quien comenzó a correr en el año 2009 en la "Corrida A todo Pulmón" (7km), mientras que Diego lo hizo un año antes en la "Corrida de Reyes" (10km).

"De repente los 42 kilómetros ya no nos costaba y no teníamos una motivación para seguir creciendo. La encontramos en el ultra, porque es otra cosa, otro tipo de preparación, y como los dos somos desafiantes vimos ahí algo nuevo, algo con que superarnos", explica Piris, que además de compañero de equipo es novio de Molinas.

Fue así como, allá por julio del 2014, "Paraguay Marathon Club lanzó la corrida que los fusileros navales de Brasil realizan, donde hay una competencia de larga distancia. Trajeron el modelo, pero de 12 horas. Con un grupo de amigos nos animamos a presentarnos, pero compitiendo en equipo (4)", recuerda Karina.

"Y la locura de meternos a la ultra empezó así", acota Diego, recordando que ese año y en dicha prueba conocieron a Fabián Duarte, un argentino que tiene el récord de 48 horas en su país y se convirtió en el entrenador de ambos. "Él es finisher (finalizador) del Spartathlon y nos dijo que vio algo distinto en nosotros", recuerda.

Sin embargo, no fue sino hasta el año siguiente en que volvieron a coincidir. En esta ocasión, Karina y Diego se presentaron como dupla al desafío de las 12 horas y cada uno corrió 60km. "Ese mismo año fuimos a Formosa para una competencia, fuimos a casa de Fabián y él nos empezó a mostrar sus trofeos del Spartathlon. Nosotros mirábamos y decíamos: ¡está loco!".

"Todo era muy simbólico, ya que al llegar te dan una corona de laureles, la medalla, y todo es épico por el lugar (se corre de Atenas a Esparta). Él nos animó, y al volver nos metimos en la cabeza la idea y empezamos a investigar, ante su insistencia", acota Karina.

Finalmente, y también porque Duarte les dijo que los entrenaría, aceptaron el desafío y comenzaron a competir en forma individual en la Ultra Maratón 2016 de 12hs. ¿El resultado? "Karina consiguió el récord nacional con 104km y yo soy el tercer paraguayo con el mejor registro", comenta orgulloso Diego Piris.

Primer intento

Con estos logros en tan poco tiempo y apuntando al Spartathlon, entrenan intensamente para competir en la Ultra Maratón Internacional de San Pedro, Buenos Aires, a realizarse los días 19 y 20 de marzo próximos en la distancia de 24 horas.

¿El objetivo? Alcanzar la distancia que requiere la organización del Spartathlon para clasificar, además de ser los paraguayos con las mejores marcas en la prueba argentina. Y, de ser posible, llegar a los 200km de recorrido para clasificar automáticamente al Mundial de 24hs.

Este será el primer desafío de un día para ambos, donde Karina debe recorrer 171km y Diego 181, distancias mínimas que solicita la organización para que los atletas estén habilitados a enviar los documentos correspondientes y registrar sus nombres en el sorteo.

"Con eso aún no aseguramos la participación sino que entramos a un sorteo que se hace porque esta es una prueba en la que todos quieren participar, es la madre de las ultramaratones", explica Diego. "La distancia que asegura la inscripción es de 216km para ambos. Allí no hace falta ningún sorteo", agrega.

Sobrevivir 24 horas

"El cuerpo humano está mejor preparado para correr que el del animal, solo que nosotros mentalmente le ponemos límite porque creemos que no es normal y decimos: yo no voy a poder. No. Vos, si te animás, podes superar los 42km e irte a 12, 24 y hasta 48hs", cuenta haber aprendido Karina Molinas con tantas horas de investigación.

Luego, explica que "prepararse, lleva más consigo el tema de la resistencia, de poder soportar las horas" cuidando todos los detalles que tienen que ver, además de la preparación física, con la alimentación, la suplementación, pues "las primeras 12 horas se aguantan con lo que se entrenó físicamente, y las siguientes con lo que te fuiste alimentando las primeras 12 horas".

"Siguiendo las instrucciones de Fabián vimos que necesitábamos una mejor alimentación, por eso tenemos una nutricionista. Para los fondos (30km) que hacemos los fines de semana, por ejemplo, tres días antes ya hacemos carga de carbohidratos y durante el entrenamiento nos vamos alimentando, hidratando, tomando suplemento... Eso mismo es lo que se va a aplicar durante las 24hs y la licenciada Sylvia Costa nos está preparando una alimentación para ese día (comerán cada una hora)", comenta.

En cuanto a la preparación física, explica que están trabajando en el fortalecimiento "porque llega un momento en que el cuerpo se cae, la parte abdominal, las piernas, la espalda, los brazos... y hay que soportar la fatiga y recuperarse". "En mi caso, las peores horas son de madrugada, ahí es mi momento de decaimiento", confiesa Karina.

Juntos por un sueño

Para los desafíos que se trazaron, está claro que se necesita no solo de mucho sacrificio sino que de apoyo. En ese sentido, ambos se sienten agradecidos por todo el respaldo que reciben de sus entrenadores que no solo no les cobran por los servicios prestados sino que los ayudan a "golpear puertas", como también lo hace el equipo "Oka Run Team", que con ferias los ayudan a conseguir los fondos necesarios para viajar a Buenos Aires.

Igualmente, destacan que el gimnasio All In Cardio And Fitness les abriera las puertas de forma gratuita, así como agradecen el apoyo de las empresas Credicentro y Lasca, que no dudaron en respaldarlos "ciegamente" porque "puedo ser una loca para decir: quiero ir a correr", indica sonriendo Karina.

Aún así no es suficiente, porque si bien la ultra de San Pedro es económicamente accesible (presupuesto de G. 5.000.000 por ambos), llegar al gran objetivo de correr el Spartathlon requiere una mayor inversión. Hoy, saben que necesitarían alrededor de G. 25.000.000 cada uno para cubrir los gastos de pasajes, alojamientos y alimentación en Grecia. Eso, fuera de los gastos de preparación.

Es que, además de la prueba de marzo, los paraguayos tienen en agenda competir el 22 de julio en Formosa (Ultra de 100km) y en el mes de noviembre en Brasil o Argentina. Buscarán presentarse a "lo que convenga para entrar en ritmo y aclimatarnos, ya que es un proceso de maduración del cuerpo, la mente y todo", indica Molinas.

"Esto es a pulmón, nos costeamos todo y estas no son corridas baratas. Para San Pedro son 150 dólares de inscripción", indica Karina, al tiempo que Diego acota que "para lo de Grecia sí vamos a necesitar golpear puertas, aunque no se paga por la inscripción porque la clasificación es automática".

Paraguay en el mapa

Además del objetivo personal de ser los primeros paraguayos en competir en el Spartathlon, esta pareja tiene una meta aún mayor: Difundir este deporte y poner al país en el mapa de las ultra maratones, para facilitar el ingreso de Paraguay a la organización internacional de la ultra.

"Mi sueño es que flamee la bandera paraguaya en el Spartathlon. Sueño con ese día, con llegar con la bandera en la mano y que Paraguay sea reconocido mundialmente", dice Karina, imaginándose ya lo que podría concretarse este año o el siguiente.

Es que aunque logren las marcas este año, viajarán a Grecia recién el siguiente o en 2019, porque dependerá de cómo lleguen a las fechas establecidas, considerando que la clasificación es válida por tres años. "No quiero arriesgarme, es un viaje costoso y si no estoy preparada o segura no voy, porque corro el riesgo de no poder terminar la prueba", argumenta Karina.

Apuesta con amor

Decíamos al principio que Karina Molinas y Diego Píris son pareja y, como fuimos viendo a lo largo de este material, están más que habituados a competir juntos. Pero ante el más grande desafío que hayan tenido jamás, surge la inevitable pregunta: ¿Qué pasará en caso que uno quede por el camino, ya sea ahora en San Pedro o en el futuro en Esparta?

"De acuerdo a como se vayan presentando las cosas, cada uno va a pelear por su carrera", responden prácticamente al unísono, porque este ya fue un tema conversado, aunque sin ninguna discusión. "No somos egoístas en ese sentido", se apresura en recalcar Karina, para luego comentar que incluso tienen una apuesta relacionada con sus respectivos desempeños.

"Pusimos puntos a cada competencia. La media maratón vale 1 punto, la maratón 2 y la ultra 3. El que gana va sumando y a fin de año el perdedor le tiene que comprar un calzado deportivo al ganador. Yo estoy ganando 1 a 0", comenta orgullosa Karina, a lo que Diego acota, todavía más orgulloso de su novia, que "actualmente ella tiene mejor registro que yo en la ultra de 12 hs". "Pero en la maratón, yo tengo mejor registro que ella", agrega sonriendo.

Así, esta pareja de paraguayos se divierte exponiendo su cuerpo y mente a un nuevo y más grande desafío. Karina y Diego sueñan con llegar a Esparta, pero antes vislumbran levantar la bandera paraguaya al pasar la meta de San Pedro, porque "si se quiere llegar a los sueños, se puede, solo es cuestión de decidirse".

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