La colectividad de inmigrantes más grande del mundo está instalada en los Estados Unidos. Más de 40 millones de extranjeros viven en la nación norteamericana, según datos del Centro Hispano Pew, una organización privada de investigaciones. Nuestros compatriotas también ocupan una porción importante de esta cifra. Muchos paraguayos fueron en busca de mejores oportunidades o simplemente dejaron todo atrás buscando el "American Dream". Ayer vivieron #UnDiaSinInmigrantes una movilización que busca visibilizar el aporte extranjero a la nación que Trump "quiere hacer grande otra vez". Por Nicolás Almada (nicolas.almada@gruponacion.com.py).
De la cifra total de inmigrantes, más de 18 millones son ciudadanos naturalizados, 11 millones son residentes permanentes o temporales permiso legal y más de 11 millones viven en el país sin autorización estatal.
Según datos del Banco Mundial, existen cerca de 30 mil paraguayos en situación legal, mientras que el número total de connacionales se aproxima a los 90 mil, según cifras extraoficiales.
Con la asunción de Trump como máximo responsable de la administración de los EE UU, las promesas que realizó durante la campaña electoral tomaron formas legales en tan solo semanas.
Persecusión estatal
La persecución que arrancó en contra de los inmigrantes tomó proporciones nunca antes vistas en el país ubicado al norte del continente americano. El miedo que genera el odio y racismo que refleja Trump en sus declaraciones y decretos, levantó una ola de protestas a lo largo y ancho de la nación.
Tanto que ayer, luego de una masiva difusión de una iniciativa en las redes sociales, los Estados Unidos vivió su primer día en toda su historia sin inmigrantes. Como una forma de desaprobación a la nueva política y que nació para demostrar como la economía estadounidense puede llegar a paralizarse sin el obrar diario de los extranjeros.
Y los paraguayos tampoco quedaron ajenos a esta medida, según explicó la compatriota Carmen Rodríguez (nombre ficticio, por razones de seguridad) en contacto con La Nación. Carmen vive hace más de 25 años en un populoso barrio residencial del Estado de Nueva York.
Expresó que nunca antes vio una iniciativa colectiva de esta magnitud. Nos comentó que ella no fue a trabajar y que sus propios jefes, estadounidenses, la entendieron y apoyaron en su decisión de acompañar el paro nacional.
"Este paro sirvió para demostrar que si nosotros no vamos a trabajar, nuestros jefes tampoco lo harán. Si miles de latinos no suben un día al tren para ir a trabajar, ellos perderán millones de dólares", afirmó.
SPENCER PLATT / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / AFP.[/caption]
Alcalde a favor de extranjeros
Aclaró que si bien no hubo un nivel mayoritario de acatamiento de la medida, la cantidad de barrios altamente comerciales apagados ese día fue inmensa. "Algunos no fueron a trabajar por temor a perder sus trabajos o por amenazas de sus jefes", dijo.
En el estado de New York, el alcalde Bill de Blasio, desafió las ordenes de Donald Trump. El demócrata se mostró un sinnúmero de veces a favor de todos los inmigrantes que viven allí, y aseguró que no va dejar que la policía funcione como agentes de migración.
En ese sentido, Carmen refirió que se siente un poco tranquila pero la situación en general es bastante grave y genera un incertidumbre en la población no estadounidense.
Frustración y desesperación
Otro caso consultado por nuestro diario también fue el de Yanina Ferreira (Nombre ficticio), hija de paraguayos y residente de New York, quién actualmente es norteamericana pero sus parientes y círculos de amigos se conforma por paraguayos, colombianos, argentinos, dominicanos y otros latinoamericanos.
Ella manifestó que para los indocumentados la situación es una frustración, ya que hace décadas vienen trabajando honestamente, pero hoy están desesperados. "Creían que este era un país libre, pero resultó solo un decir", aseveró.
Relató sobre la experiencia que tuvo su compañero de trabajo, quien es latino y no posee documentos. "Estaba en el trabajo, cuando de repente se enteró que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), del United States Department of Homeland Security, estaban haciendo controles en su barrio, él se asusto", dijo.
Agregó que este compañero no sabía qué hacer y que no quería ir a su casa por miedo a que lo encuentren.
Este caso es uno de millones que los extranjeros están pasando en Estados Unidos. Yanina recordó también que tiene conocidos que están preparando sus maletas porque ya poseen orden de deportación.
Comentó que en el Día Nacional "Without Immigrants", ella -al igual que sus compañeros hispanos- tuvieron que ir a trabajar porque algunos decían que "no podían perder dinero de un día" o por presión directa de sus superiores.
"Ciudad Santuario"
Nueva York es una de las ciudades "santuarios" en los Estados Unidos. El término se utiliza para las ciudades que ponen en práctica políticas para limitar su colaboración con las autoridades federales de inmigración.
Yanina señaló que si bien las autoridades estatales no apoyan ni congenian con Trump, muchas familias están abandonando automáticamente el país y que dejan de lado el "sueño americano" ante el miedo de caer en manos de los agentes de migración.
Finalmente, explicó que el panorama es oscuro para los indocumentados. Aclaró que los ciudadanos con papeles están con un poco más de calma, pero no saben qué puede llegar a ocurrir o qué decreto firme el día de mañana el furioso presidente Donald Trump.