Baile en el Parque de los Príncipes. Un intratable Paris Saint Germain, conducido por Di María y Verratti, dio una exhibición magistral en casa y humilló 4-0 impensadamente al Barcelona, que ni titubeó para evitar la paliza en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

La serie parece sentenciada, más aún después de ver la nula reacción del equipo español para evitar el papelón en Francia.

El equipo local fue dominador absoluto de las acciones más claras. Asfixió al blaugrana en puntos claves del campo de juego y jugó a ritmo del nuevo maestro italiano, Marco Verratti, que jugó como en el patio de su casa, sin presión, con naturalidad y con una jerarquía única para tener apenas 24 años.

PSG fue demasiado ofensivamente con Di María, Draxler y Cavani. Por su parte, el trío sudamericano estuvo perdido en París y Neymar fue el único que mostró algo de rebeldía.

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Ángel di María, con un exquisito tiro libre, y el alemán Julian Draxler, con un soberbio remate cruzado, cerraron el primer tiempo con el 2-0.

En la complementaria, nuevamente Di María con otro tanto de colección y como no podía menos, el "matador" charrúa, Edinson Cavani, decoró el marcador con el 4-0 implacable e incuestionable.

La revancha será el 8 de marzo en el Camp Nou.

En otro juego de ayer, el Benfica hizo uso máximo de su efectividad ante el Borussia Dortmund, para sacar ventaja hacia los cuartos de final de la Liga de Campeones.

El equipo alemán dominó casi todo el partido, fue superior en todo, menos en el resultado. El griego Konstantinos Mitroglou le dio la victoria al equipo de Lisboa. El Dortmund incluso desperdició un penal.

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