Apple está trabajando a pleno rendimiento en la nueva versión del iPhone. Se espera que el próximo teléfono de la compañía sea una renovación completa con motivo del décimo aniversario del iPhone en el mercado. Todo apunta a que la versión más ambiciosa del terminal será potente en características y diseño, pero también en precio, y es que según ha detallado Fast Company contará con un precio de salida que se situaría en la icónica barrera de los 1.000 dólares. Este precio no debería extrañar y es que, según los rumores, Apple estaría preparando tres versiones del iPhone para lanzar este año y sería la más exclusiva de las tres la que superaría este precio. Entre otras características, se espera que este iPhone premium incorpore –entre otras especificaciones– una pantalla con panel OLED por primera vez en un móvil de la compañía.

Esta pantalla OLED además será más grande (podría irse a las 5,8 pulgadas) que los actuales paneles que la compañía ha empleado en sus iPhone 6, 6S y 7, ya que Apple parece haberse marcado como especial reto acabar con los bordes del teléfono en el próximo terminal. Este panel, que ya han incorporado competidores como Samsung, es el doble de caro que los actuales LCD que emplean los recientes teléfonos de Apple, con lo que cabe tener en cuenta que si el actual iPhone 7 Plus se puede comprar por 969 dólares en la versión de 256 GB, no es extraño que la compañía sitúe el terminal más premium en los 1.000 dólares.

El precio de los iPhone ha ido creciendo año a año y el iPhone 7 se ha coronado como el teléfono más caro hasta ahora. Más allá de la pantalla, se rumorea que Apple apostaría en este iPhone 8 o iPhone X (aún no se ha desvelado cómo se llamará) por un cuerpo de acero inoxidable forjado, algo más barato que el actual aluminio que está utilizando en los actuales terminales con los que poder ajustar el precio de los futuros teléfonos.