- Alba Delvalle
- alba.delvalle@gruponacion.com.py
-¿Cómo se inició en el mundo empresarial?
-Mi primera actividad fue en Rosario, porque estudié allí, como dibujante proyectista en la fábrica de Celulosa Argentina. Luego fui como ingeniero residente de CIE en Itaipú, donde estuve más de 12 años, y terminé como gerente comercial. Al salir de CIE, constituimos una empresa familiar para la distribución e importación de tejidos de MPSA Pilar.
También trabajamos en el rubro de indumentaria infantil con la marca Pintado hasta el presente, a cargo de dos de mis hijos y mi señora. También cuento con una pequeña participación en la firma Egea, en la actividad agropecuaria, específicamente con los frigoríficos en el Chaco Central, Neuland.
-¿Tuvo que atravesar obstáculos para llegar donde está?
-Muchos obstáculos tiene quien trabaja honestamente en el Paraguay, pero prefiero no hablar de ellos. Los obstáculos, a pesar de serlos, nos brindan fortaleza extraordinaria y solo me resta ser agradecido y decir gracias todos los días por la familia, los amigos y por el amor que siento por nuestra patria, que estoy seguro saldrá adelante con trabajo y más trabajo, pese a que siempre habrá quienes no buscan el bien para el país sino más bien el propio.
-¿Cuáles son los pilares con los que se debe levantar una empresa?
-Muchos, pero hay uno fundamental e imprescindible; la pasión. Mucha pasión por salir adelante y enfrentar las dificultades, que son muchas. A esto sumarle capacidad de hacer que es la creatividad, recursos humanos debidamente capacitados, capital o por lo menos acceso a crédito bancario a tasas adecuadas y un buen plan estratégico, lo que sintetiza en mucho trabajo.
-¿Qué dejaría como legado tanto a colaboradores como a su familia?
-Podría decir que creer en uno mismo, con mucha honestidad, perseverancia, disciplina a más de lo que ya cité como pilares.
-A su parecer, ¿cómo debe ser un líder? ¿Cree que lo consideran como tal?
-Un líder debe ser un servidor, firme, justo y noble. Debe ser un motivador, un generador de esperanzas y por sobre todo un compañero de ruta. Y creo que sí, mis colaboradores me ven como tal.
-Actualmente, ¿se considera exitoso, por qué?
-No me considero exitoso. Sí satisfecho con todo lo que di y con todo lo que recibí a lo largo de mis 63 años. Y sobre todo por lo que recibí, el cariño de tanta gente, el respeto y la consideración de tantos amigos. Eso no hay dinero en el mundo que pueda comprar y yo lo tengo como uno de mis más preciados tesoros.
-¿Tiene alguna meta aún por cumplir u objetivo pendiente?
-Tengo el sueño de poder ser, algún día, presidente de la República.
-¿Cómo es con sus colaboradores?
-No puedo juzgarme a mí mismo, pero sí diría que me gustaría ser ante todo correcto, exigente y partícipe de los sueños y objetivos de cada uno de mis colaboradores.
-¿Qué trata de transmitir desde sus empresas?
-Esperanzas de un futuro mejor, disfrutando el presente. Impulsar el desarrollo de la industria paraguaya, de la producción de servicios nacionales, agropecuarios, de la construcción y de todo lo que ocupe mano de obra nacional.
-Tras su experiencia en el mundo empresarial. ¿Qué consejos daría a los jóvenes que deseen emprender un negocio?
-Tenemos una nación donde la mayoría son muy jóvenes. Es una preocupación personal mía, la necesidad de crear puestos de trabajos dignos para más de 100.000 jóvenes de 18 años cada año. El mejor consejo para ellos es que se capaciten, estudien carreras técnicas que son las que generan trabajo y producción y nunca está de más, ser honestos.