La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿El objetivo? Una fecha que nos haga promever acciones para ampliar tanto las posibilidades de formación como la visibilidad que deben tener los aportes y descubrimientos de científicas e investigadoras al desarrollo global. "El mundo necesita a la ciencia y la ciencia necesita a las mujeres", reza el mensaje de UNESCO. Paraguay tiene una buena señal, su Sociedad Científica está liderada por una mujer.

Por Natalia Santos (natalia.santos@gruponacion.com.py).
Que las niñas y las mujeres participen más en la #ciencia beneficia a todos. Por la diversidad y la inclusión https://t.co/2ikleYX9qh pic.twitter.com/ye15LAEJ8X — UNESCO en español (@UNESCO_es) 11 de febrero de 2017

"La sociedad tiene 95 años y luego de 11 hombres, a mí me toca llegar a la Presidencia", señaló -a la 970 AM- Gladys Antonieta Rojas de Arias. La entomóloga con PHD en Zoología aplicada por la Universidad de Gales y especialista en insectos transmisores de enferdades, preside la Sociedad Científica del Paraguay. Su línea de trabajo guarda relación con la investigación de la enfermedad de Chagas y la Leishmaniasis. Pero sus miras no se quedan en su labor particular, sino que se abren al bien común.

El interés de la doctora Antonieta Rojas es que haya cada vez mayor inversión e interés en la investigación científica y tecnológica. "Esto debería ser una política de Estado que trascienda gobiernos, porque de lo contrario no vamos a ver el impacto", señaló en conversación con el periodista Richard Moreira. Su pensamiento científico -como el de los grandes soñadores- va hacia el futuro. Cree que en la medida que la sociedad civil note como la ciencia está presente en la vida diaria y valore el trabajo de los científicos se podrá llegar a un desarrollo sostenible a nivel país.

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Hedy Lamarr. Foto: IQ by Intel.[/caption]

La estrella que creó el WiFi

Hedy Lamarr era una transgresora. Irrumpió en la pantalla como la primera actriz en aparecer desnuda en una película... Brillaba en la pantalla y se convirtió en una leyenda de la época dorada del cine. Sin embargo, la historia le guardó un lugar mucho más discreto a un aporte que hizo a la ciencia y que fue troncal para el desarrollo de una de las cosas más extendidas en la vida en el siglo 21: el WiFi.

Hedwig Eva Maria Kiesler -el nombre que le dieron cuando nació en Viena el 9 de noviembre de 1914- era bella, sí; pero eso no debería eclipsar el hecho de que era brillante. Pocos saben que fue co-inventora de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia. Su invento recibió la patente 2.292.387 el 11 de agosto de 1942 con la inscripción H. K. Markey et al, que se remite a su apellido de casada. En ese tiempo, pocos consideraron que el desarrollo de dicha tecnología fuera aplicable. Si vieran el mundo de hoy...

Mujer migrante singular

Marie Curie fue una pionera. Ser la primera mujer profesora de la Universidad de París no fue su máximo logro. Lo que la hace singular es el hecho de ser la única persona que ganó dos premios Nobel. Maria Salomea Sk?odowska-Curie (nombre completo de esta dama polaca) se destacó en dos especialidades distintas. Fue Premio Nobel de Física (1903, en conjunto con su marido Pierre y Henry Becquerel ) y Premio Nobel de Química (1911). Acuñó el término radiactividad y dio un vuelco a los conocimientos que se tenían sobre los elementos. Aún así, la prensa de la época la subestimó un poco: era mujer y en Francia... era extranjera. Una migrante... una refugiada...

Estos dos ejemplos -de los miles como Hipatia también que existen en la historia y de los millones que no habrán sido registrados- son solo una muestra del aporte que la mujer hizo, hace y hará a la ciencia. Por eso, Naciones Unidas reservó un día conmemorativo. Algo que pueda poner en agenda la igualdad de género necesaria para seguir avanzando como especie.

Today we celebrate #WomenInScience because gender equality and women’s empowerment are pre-conditions 4 sustainable development pic.twitter.com/5BHNggwDlX — UNESCO (@UNESCO) 11 de febrero de 2017

Genio creador

Las mujeres son una minoría en la investigación científica y la adopción de decisiones en materia de ciencias. Así -con esas palabras- lo reconoce la organización internacional y difunde un estudio realizado en 14 países. La probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente. Ante esta realidad, solo queda el trabajo, y uno muy arduo.

"La humanidad no se puede permitir ignorar a la mitad de su genio creador", señala el mensaje de Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. La primera medida a la que invita a gobiernos, sociedades, empresas y organizaciones es a ayudar a empoderar a las niñas y mujeres en todos los ámbitos del aprendizaje. Llama a brindar a las mujeres las mismas oportunidades de participación y liderazgo -de alto nivel y no de segundo plano- en la ciencia.

Los gestos de avance pueden ser grandes o pequeños. Pueden ir desde la inversión estatal y el reconocimiento en el mundo académico, hasta el simple aliento a las niñas para que se convenzan de su capacidad de investigar, de descubrir y de crear. Inclusive puede ser mínimo y aún así contribuir. A veces solo se trata de leer, pensar y difundir... Decir estoy aquí, soy consciente de la problemática y quiero ser parte del cambio.

"Gracias por dar a las Mujeres en la Ciencia el poder de cambiar el mundo". Ese es el mensaje que salta a quien firma el manifiesto elevado por For Women in Science

Y vos, ¿firmás?

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