Santiago, Chile | AFP
Trabajadores de la mina chilena Escondida, la mayor productora privada de cobre del mundo, operada por la angloaustraliana BHP Billiton, iniciaron ayer jueves una huelga indefinida que tendrá repercusiones para el PIB chileno y que preocupa a los mercados.
La huelga, aprobada por el "99,9%" de la fuerza laboral tras infructuosas negociaciones con BHP Billiton, "Se hizo efectiva con el primer turno que no entró a faena y ahora se está sumando el segundo turno", informó a la AFP, Carlos Allendes, vocero del sindicato de trabajadores de Escondida.
Unos 1.200 trabajadores se acomodaron en un campamento instalado a las afueras del yacimiento, ubicado a unos 1.300 km al norte de Santiago. Reclaman contra la reducción de sus sueldos en hasta 300 dólares y cláusulas discriminatorias en contratos para nuevos trabajadores que la empresa estaría llevando a cabo con el fin de "reeditar mayores utilidades", afirmó Allendes.
Asimismo, exigen un reajuste del 7% y un bono de unos 39.000 dólares, pero afirmaron que están abiertos a negociar estas demandas.
En la huelga participarán los más de 2.500 trabajadores de Escondida, la mayor mina del mundo por producción, con 679.000 toneladas de concentrado y 312.000 toneladas de cátodos de cobre, que representan el 5% del total de la oferta mundial.
Los mineros han creado un fondo de 250 millones de pesos (unos 389.000 dólares) para hacer frente al conflicto. BHP Billiton, principal accionista de la minera junto con Rio Tinto, suspenderá la producción durante la huelga y pidió a los trabajadores que eviten la "violencia".
"Confío en que los líderes sindicales sabrán encauzar correctamente la huelga legal, evitando actos de violencia y situaciones que estén al margen de nuestra Carta de Valores y la ley", pidió a los trabajadores el presidente de Escondida, Marcelo Castillo.