El clima en el estadio no era el mejor. Y no me refiero precisamente a los rayos que se veían en el cielo negro mientras los jugadores defendían la camiseta en la cancha.

Olimpia ganaba 2 a 1 y la intranquilidad reinaba en las más de 25.000 personas en el Defensores del Chaco, porque más allá del buen primer tiempo que hizo, no le alcanzaba para pasar a la siguiente fase.

Y para ponerle mayor condimento al ambiente, Pablo Repetto lo llamó a Walter Bogado, el chico que juega abierto por izquierda y tiene apenas 17 años.

A la intranquilidad se le sumó el murmullo de la gente. ¿Cómo iba a reaccionar un juvenil de 17 años en un momento tan candente de un partido demasiado importante en el semestre del club? Pero el destino le tenía guardado una buena a Repetto y al propio Bogado.

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En la primera pelota, el chico mandó un centro hermoso y perfecto para la cabeza de Roque Santa Cruz que le rompió el arco a Adrián Bone.

Fue un grito de desahogo más que un festejo. Olimpia, como le acostumbró a su gente, volvió a sufrir para conseguir el paso a la siguiente ronda de la Copa Libertadores y haciendo un análisis general del partido, de manera justa.

Eso sí, el equipo de Pablo Repetto sufrió porque se la jugó. Tuvo que ir al frente, descuidándose mucho porque no le quedaba de otra. Esos espacios que encontró mucho en el primer tiempo, en el segundo, Independiente los cerró y la historia fue otra.

La etapa inicial fue casi perfecta para el franjeado. Las ganas de Mouche, Julián y Montenegro (estos dos últimos, autores de los dos primeros goles) hicieron al equipo de Repetto uno muy agresivo. Aún así, el manejo del balón lo busca Independiente. El gol de los ecuatorianos llegó por un doble error. Primero de Rodi, que cometió una tonta falta, y luego de Azcona que no pudo sacar.

En la complementaria, Olimpia caminaba al borde de un río seco, hasta que el ingreso de Walter Bogado y Roque Santa Cruz trajo agua cuando parecía que el equipo iba a morir de sed.

La jerarquía, el peso de las individualidades, la pierna izquierda de Bogado y la cabeza de Roque pusieron al equipo de Para Uno en la siguiente fase de la Copa. Espera Botafogo.

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