Sostener el crecimiento que se está dando en el país a través de actividades económicas que tomen en cuenta, en primer lugar, el medio ambiente es uno de los grandes retos que asume la Secretaría del Ambiente (SEAM), bajo la gestión del ingeniero forestal Rolando de Barros Barreto. Se han dado pasos importantes, pero hay que seguir trabajando para que Paraguay se ajuste a los compromisos internacionales asumidos.

La SEAM, como autoridad ambiental a nivel nacional, tiene como misión contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y alinear su accionar a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2030.

Aunque desde la institución reconocen que aún existen numerosas falencias, rescatan como positivo las fuertes inversiones realizadas en nuevas tecnologías y sistemas de monitoreo para concretar las estrategias nacionales que darán solución a los temas más preocupantes del país.

En esta entrevista concedida a FOCO, el ministro de la SEAM, el ingeniero Rolando de Barros Barreto, brinda detalles de las debilidades, logros y desafíos que enfrentan en la institución.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
En materia de medio ambiente, ¿cuáles son las prioridades que tiene la Cartera?

Lo más prioritario es la gestión integral de los residuos sólidos urbanos y domiciliarios. Es una de las problemáticas más grandes y es el foco de contaminación del suelo y cursos hídricos a nivel nacional, no solo en la capital. Es una de las falencias importantes que tenemos, por eso apuntamos a asegurar la buena gestión integral de residuos.

¿Por qué no se ha podido aún contrarrestar este problema?

Esto se debe a que la ley está estipulada y administrada por los municipios. Nosotros planificamos y nos encargamos de brindar las herramientas técnicas y jurídicas, pero los que deben realmente implementarlas en cada ciudad son los intendentes. Todavía no lo hemos conseguido, pero como nunca antes la SEAM comunicó, notificó y alertó al 100% de los municipios del país sobre la adecuación ambiental en diferentes campos, no solamente en la gestión integral de residuos, pero como es la más preocupante estamos insistiendo con ello.

¿Qué acciones se podrían emprender para ir avanzando?

Falta mayor capacitación del capital humano en cada municipio, que por lo general no cuenta con una unidad ambiental y es ahí donde empieza la primera falencia. Las municipalidades deberían ser nuestros brazos ejecutores a nivel nacional, porque nosotros estamos muy centralizados en la capital. Si bien tenemos cuatro oficinas regionales, son para otras áreas, como pesca y otros tipos de actividades.

¿Podría mencionar otro eje central de la SEAM?

Como país agroexportador y productor de alimentos, queremos que todas las actividades agropecuarias, hoy y en el futuro, puedan asegurar que la cadena de producción agrícola y ganadera provenga de fincas sostenibles. Paraguay firmó y se ratificó en el Acuerdo de París que habla de ello y debe cumplir esos compromisos. Por otro lado, una de nuestras potencialidades es la seguridad alimentaria. Nosotros producimos alimentos para 50 millones de habitantes, lo que debemos hacer es cuidar, planificar y prever que todos los alimentos se produzcan de manera sostenible, sin avasallar ni destruir los recursos naturales, específicamente los bosques y los cursos hídricos.

La deforestación de los bosques es uno de los aspectos más denunciados, ¿qué iniciativas se están desarrollando para frenar esta situación?

Acabamos de culminar un proyecto muy importante, mediante el cual se establecieron herramientas y la metodología de producción de buenas prácticas agrícola-ganaderas. Con ello brindamos al productor las alternativas que pueden utilizar para trabajar de manera sostenible, sin degradar el medio ambiente y sobre todo los suelos y bosques. Al mismo tiempo fortalecimos el sistema de información geográfica que nos brinda imágenes satelitales e imágenes multitemporales con las cuales estamos trabajando.

Con ese programa se pudo terminar el inventario nacional forestal iniciado en el INFONA, lo que nos muestra cómo es la cobertura forestal del país y cómo disminuyó la tasa de deforestación. Se dice en los medios de prensa que Paraguay es el país con mayor tasa de cambio de uso de suelo, pero pudimos determinar que hubo avances positivos en los últimos tres años. Entre 2013 y 2016 hubo 170 mil hectáreas menos de cambio de uso de suelo. Cuando utilizamos la palabra deforestación, hablamos de una acción ilegal. Hay que tener en cuenta que en la Región Oriental sí está prohibido el cambio de uso de suelo, es decir no se puede hacer un cambio de bosque a una pastura o a agricultura por más de 2 hectáreas. En la Región Occidental la ley permite el aprovechamiento racional y sostenible de los recursos cumpliendo los requisitos técnicos exigidos por la SEAM y el INFONA, organismo que autoriza el cambio de uso. Si cada propietario respeta estos requisitos puede hacer un cambio de cierta superficie, ya sea destinado a agricultura o ganadería.

¿Con qué organismos están trabajando en este proyecto?

Contamos con el apoyo de Naciones Unidas, del Banco Interamericano de Desarrollo, FAO y otros organismos. También trabajamos directamente con la Asociación Rural del Paraguay (ARP). Más que nunca hemos establecido una mesa de diálogo en la que le tenemos sentados al 100% de los gremios de la producción y es uno de los pocos países del mundo en el cual la Secretaría del Ambiente tiene una relación estrecha, un vínculo de trabajo y consenso con el sector privado. Lo hacemos así para crear políticas públicas que puedan ser practicadas, porque normalmente se crean normativas que llevadas al campo son impracticables o ineficientes.

¿Cuál fue la receptividad que tuvieron con la implementación de esta iniciativa?

Tenemos buena recepción. La gente se está dando cuenta de la diferencia que existe en la forma de trabajo en la que intervienen diferentes instituciones del Estado y el sector privado, especialmente la ARP, la Unión de Gremios de la Producción y la Fecoprod que reúne prácticamente a nivel nacional a todas las cooperativas. Estamos ejerciendo presión y los productores están cambiando, los bancos hoy en día -otra herramienta fundamental- ya no dan créditos sin que se cuente con la declaración de impacto ambiental. Estamos cerrando el círculo y las normativas son cada vez más eficientes, las sanciones aumentaron en un 300% y eso también sirvió de enseñanza.

Sobre las sanciones, ¿se han incrementado?

En esta administración impusimos la multa más elevada de toda la historia de la SEAM, por un caso de pérdida de combustibles en el río Paraguay por parte de una empresa privada por valor de G. 1.050 millones. Batimos récords en sanciones, con multas equivalentes a G. 2.253 millones. Además hicimos 3.200 fiscalizaciones e intervenciones solamente con 258 funcionarios. Hay que tener en cuenta que la SEAM administra más de 40 leyes nacionales, es una de las instituciones que más leyes administran, pero nuestro mayor aliado es la ciudadanía que efectúa el 80% de las denuncias que recibimos. La reducción de la tasa de deforestación fue posible gracias a la alianza estratégica con municipios y gobernaciones y la capacitación y concienciación de la ciudadanía. Poco a poco la gente se va adecuando a las normativas. Además, tenemos 166 personas imputadas por delitos contra el medio ambiente gracias a un trabajo extraordinario de la Fiscalía.

¿Considera que van por buen camino?

Tenemos que reconocer que existen deficiencias, pero vamos por buen camino. Nuestra misión principal es asegurar que todos los procesos realizados a nivel nacional sean sostenibles en el tiempo. Nosotros intervenimos en el 100% de los procesos de desarrollo del país. Intervenimos en proyectos que van desde un taller mecánico hasta la construcción del World Trade Center. Desde una inversión de G. 10 millones hasta una por USD 200 millones. Todos los proyectos de desarrollo del Ejecutivo y del sector privado son analizados por la SEAM. Tenemos un promedio anual de emisiones de declaraciones de impacto ambiental que oscila entre 3.700 y 4.000 licencias. Hoy en día estamos informatizando y sistematizando para que cada propietario y proponente pueda tener acceso directo y seguimiento de su expediente para saber en qué etapa se encuentra y si tiene alguna objeción.

De las casi 4.000 licencias anuales, ¿qué tipos de proyectos predominan?

En la zona de la capital y área metropolitana, lo que predominan son los proyectos de infraestructura. Asunción está creciendo a pasos agigantados y nosotros intervenimos en el 100% de los mismos. En el área del Chaco cada día hay más inversiones ganaderas, aunque también la agricultura está migrando a través de nuevas tecnologías adaptadas a la sequía y otros factores. Hay empresas nacionales e internacionales apostando al país.

En el área de fauna, el año pasado cobró notoriedad el caso del Pilcomayo y la mortandad de yacarés, ¿cómo se está trabajando actualmente?

Nosotros hacemos el monitoreo, fiscalización y seguimiento de los cursos hídricos más importantes del país. Lo del Pilcomayo fue realmente un caso más mediático que técnico. El comportamiento del Pilcomayo es impredecible, porque la naciente está en Bolivia y depende de las lluvias o sequías que se den en ese país para que podamos recibir el agua. Pero esa zona ya está adaptada tanto a la extrema sequía como a las inundaciones y la vida silvestre también se ajusta a ese tipo de variación climática. Precisamente, el yacaré es una especie prehistórica que ha sobrevivido a diferentes variaciones del clima, migrando a lugares con mejores condiciones u otro tipo de diversidad. Por lo tanto, los animales afectados estaban con alguna problemática en la salud, o eran de mayor edad y por eso no pudieron migrar. Hoy en día tenemos buenas lluvias y estamos haciendo un seguimiento de las obras de infraestructura que permiten el ingreso del agua. Estamos expectantes a que la riada venga en un porcentaje interesante. Ya se hizo todo lo que debía, pero hay una fuerte sequía en Bolivia, que por suerte a causa de las lluvias en nuestro país no ocasionaría problemas. El Chaco tiene una gran capacidad de adaptación. Con dos o tres lluvias cambia el aspecto de biodiversidad y la flora y la fauna se recomponen fácilmente. Es única en su clase.

¿Qué otro cauce hídrico preocupa?

El río Tebicuary es otro cauce muy sensible que depende mucho de las lluvias. Hoy tenemos un crecimiento muy importante en lo que es la producción de arroz y presenta una problemática año tras año por el bombeo que realizan los productores para sus cultivos. Hasta el momento está controlado. La SEAM está haciendo el monitoreo y tiene una resolución que permite y establece hasta qué punto se puede bombear para que la fauna ictícola no se vea afectada.

El lago Ypacaraí, ¿en qué condiciones se encuentra?

Somos coordinadores de todas las acciones que se están realizando en el lago Ypacaraí. Tuvimos algunos resultados positivos, puesto que las lluvias contribuyeron bastante a la depuración natural de los residuos orgánicos que van al mismo. Se lograron mejoras gracias al trabajo conjunto con Obras Públicas, Itaipú Binacional, Fiscalía del Medio Ambiente y municipios. Pero hay que tener en cuenta que lo más importante para una solución definitiva para el lago Ypacaraí son las obras de infraestructura sanitaria a nivel de capital y toda el área de Central y Cordillera. Tenemos un déficit de infraestructura sanitaria de más de 60 años, de alcantarillados sanitarios, desagües pluviales y plantas de tratamiento. Hasta que eso no concluya, por más que nosotros cerremos industrias, mataderos, curtiembre y otras actividades que repercutan en el lago, no daremos una solución definitiva. Si 21 municipios siguen tirando sus desechos cloacales a los afluentes más importantes que son los arroyos San Lorenzo, Yukyry y el Salado, no se podrá avanzar porque el lago Ypacaraí no tiene una naciente natural que proporcione y renueve las aguas, sino que se alimenta de esos tres cursos de agua que acarrean residuos de diferentes municipios. Por eso, esas obras son fundamentales para controlar la contaminación y mejorar la calidad del agua.

Educación ambiental, fuertes sanciones o una combinación de ambas ¿es lo que se espera?

La combinación. Ya se vio en años anteriores que solo las sanciones de manera continua, las amenazas o el famoso "cháke" no resultan. Hoy en día está la mesa de trabajo con todos los actores, sin distinción. Hay representantes de organismos no gubernamentales, de la sociedad civil, la prensa, los gremios, cuyos asociados por desconocimiento incumplían ciertos aspectos ambientales. Estamos logrando que desde el inicio de un proyecto el componente ambiental esté presente. Las grandes sanciones también sirven y se aplicaron incluso a instituciones estatales como a la ANDE y Obras Públicas. Pero la concienciación y educación permanente es fundamental. Estamos trabajando con las universidades y personas con experiencia que son respetadas por el trabajo y por lo que han realizado en el campo ambiental. Estamos teniendo un impacto positivo y eso permite aumentar nuestra credibilidad como institución. Con estas mesas se traen al tapete diferentes problemáticas que viven los ciudadanos comunes y han permitido una línea directa con el ministro del Ambiente en un barrio, una industria o con un productor. Así se establecen reglas claras para producir, siempre respetando las normativas ambientales y todos los procesos de manera sostenible.

Finalmente, ¿qué desafíos se trazaron para el 2017?

Tuvimos un 2016 exitoso, pero -como mencioné- somos firmantes del Acuerdo de París, que nos va a exigir este 2017 cumplir con todo lo que nos responsabilizamos. Para ello tenemos que trabajar directamente con la ciudadanía porque no depende solamente de las instituciones públicas.

También es fundamental trabajar con el sector privado porque debemos apuntar a un desarrollo sostenible, no podemos arriesgarnos a perder cupos en el extranjero de productos agrícolas o del rubro ganadero, por incumplimiento de leyes ambientales. La Unión Europea no compra commodities ni alimentos de países que incumplen normativas ambientales. Tenemos que asegurar y sostener esa posición que el Paraguay está adquiriendo. Este es uno de los grandes retos y se logrará llevarlo a cabo de manera participativa, trabajando día a día con la gente. Tenemos un eslogan que lo resume: "Todos somos SEAM", porque el medio ambiente es de todos.

Perfil

Egresado de la carrera de Ingeniería Forestal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción.

Realizó cursos complementarios de: Tecnología agropecuaria, mejoramiento genético, biodiversidad, adaptación y vulnerabilidad al cambio climático, mitigación de cambio climático, gestión ambiental y sus instrumentos, sistemas de información geográfica, contaminantes orgánicos persistentes, y sustancias que agotan la capa de ozono.

Se desempeñó como consultor ambiental, administrador agropecuario, funcionario de la Oficina Nacional de Mecanismo de Desarrollo Limpio (Proyecto SEAM-PNUD) y del sector de Inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero para el Programa Nacional de Cambio Climático.

Ocupó el cargo de presidente del INFONA y actualmente es titular de la SEAM.

Dejanos tu comentario