Río de Janeiro, Brasil. AFP.
El estado brasileño de Espirito Santo (sudeste) pidió ayer miércoles un refuerzo de las tropas federales enviadas para intentar contener la ola de violencia que se desató tras el inicio de una huelga policial. El gobernador César Colnago dijo que el contingente de 1.200 hombres que llegaron "no es suficiente" para garantizar la tranquilidad pública.
"Para que tengamos seguridad, en este momento en que la sociedad se encuentra sin condiciones de desplazarse, casi en cárcel privada, estamos pidiendo un aumento de efectivos" de las Fuerzas Armadas y de la Fuerza Nacional (integrada por policías y bomberos de élite), afirmó en una rueda de prensa en Vitória, capital del estado, unos 500 km al norte de Río de Janeiro.
"Vamos a resolver esta crisis", aseguró. Desde el sábado, familiares de agentes de la Policía Militar (PM) bloquean la salida de los cuarteles en reclamo de mejores salarios y condiciones laborales para los uniformados.
US$ 800 POR MES
"Hace siete años no hay un reajuste salarial, un policía militar recibe 2.500 reales (unos 800 dólares) para mantener una familia", denunció Graciele Sousa, de 24 años, durante una de las protestas en apoyo a los agentes.
Los policías militares constitucionalmente no tienen derecho a hacer huelga y, desde el sábado, la región de Vitória registró homicidios, saqueos, tiroteos y violentos robos.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado no informó de la cantidad de muertos.