POR ÓSCAR GÓMEZ
Con esa idea el Franjeado saltó a la cancha. La de llevarse por delante a su rival con los nombres que tenía de mitad de cancha para arriba y convertir todas las jugadas que generaba. Lo hizo bien, pero se olvidó de que la experiencia y calidad que tiene en ataque, le falta abajo. No es que Saúl Salcedo y José Cañete no tengan calidad (por algo están en la primera de Olimpia), pero la edad misma hace que sean muy inocentes ante un delantero como Rodrigo Teixeira.
El capitán del Sportivo Trinidense se las arregló para dejar groguis a los centrales del Decano y desde su posición descargar a los extremos, especialmente por el izquierdo, donde Pedro Arce tuvo una muy buena actuación. Así se presentaron los primeros minutos y ni el gol de Pablo Mouche hizo que cambiaran las cosas.
El remedio que buscó Juan Daniel Cáceres terminó siendo peor que la enfermedad. Lo puso a Julio Santa Cruz en lugar del juvenil Ariel Schuartzman, primero como punta, donde estuvo más participativo, pero en el segundo tiempo lo hizo pasar a jugar como un volante izquierdo, lugar en el que, lógicamente, se apagó.
Lo que a Trinidense le faltó arriba, le sobró a Olimpia: jerarquía. Mouche corrió como si estuviera debutando en primera, Montenegro martilló y martilló hasta que llegó al gol y el ataque de los extremos ayer tuvo mucha más preponderancia que en partidos anteriores. Faltan cosas por corregir, especialmente atrás, pero si la gente quería goles, el equipo respondió con una goleada y pintando un panorama mil veces mejor para el partido del próximo jueves ante Independiente del Valle.