Tener una buena estrategia financiera es fundamental para lograr alcanzar las metas. Ellas no se alcanzan solo con el deseo, sino que debemos trazar una estrategia que nos posibilite aumentar las probabilidades de lograrlas.

Es importantísimo asesorarnos a la hora de trazar un plan financiero para asegurar la realizabilidad del mismo. Para tener una buena estrategia financiera debemos trabajar en armarla correctamente. Podemos abrir la estrategia en tres componentes básicos, VISIÓN, PLAN Y EJECUCIÓN.

Largo plazo: Visión

Primeramente y como pieza fundamental es tener una visión clara del status que queremos alcanzar financieramente. Esta visión va más relacionada a la calidad de vida que queremos llevar que a cantidades y magnitudes económicas o materiales. Una vez sepamos la vida que queremos a largo plazo podemos pasar a trazar una estrategia de mediano plazo. El solo hecho de tener una visión a largo plazo ya es un gran avance. Increíblemente la mayoría de las personas, vive su vida entera sin tener una, y las consecuencias de no tenerla son la total imprevisibilidad e incertidumbre económica. No tener una visión de largo plazo es el mayor riesgo que podemos tener.

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Mediano plazo: Plan

El plan es el camino que debemos recorrer para alcanzar las metas. Es la hoja de ruta, las inversiones de nuestro tiempo y nuestro dinero. Esta es una etapa muy importante ya que es fundamental trazar un camino con varias etapas que nos lleven a destino en el tiempo que queremos. Es donde determinamos en que ponemos nuestro capital, ya sea dinero o tiempo profesional. El plan está sujeto a constantes cambios, es donde más debemos invertir nuestra atención y donde más debemos buscar asesoría. Nunca debemos ajustar el plan de mediano plazo sin analizar la compatibilidad a largo plazo con nuestra visión.

Corto plazo: Ejecución

Stick to the plan. Disciplina financiera. Cumplimiento de presupuestos para avanzar objetivos a corto plazo. Nos mantiene ocupado concentrados en alcanzar el próximo objetivo que trazamos en el plan. No es donde analizamos ni tomamos decisiones estratégicas, solo ponemos foco en el objetivo. Una vez alcanzamos el objetivo vamos por el siguiente.

En la actualidad cada vez es más importante tener claras estrategias financieras. Nuestro mundo financiero dinámico y conectado nos obliga a estar involucrados. No es posible estar ajeno a ello. Estamos expuestos a oportunidades y amenazas.

Con una buena estrategia financiera las probabilidades de capturar más oportunidades que amenazas aumentan significativamente.

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