Río de Janeiro, Brasil. AFP.
El empresario Eike Batista, quien fuera el hombre más rico de Brasil, fue detenido este lunes bajo acusaciones de corrupción, inmediatamente después de haber aterrizado en Río de Janeiro a bordo de un vuelo regular procedente de Nueva York. Incluido desde el jueves pasado en la lista roja de captura de Interpol, Batista, de 60 años, había prometido entregarse y era esperado por policías al pie de la aeronave de American Airlines, donde viajaba en clase ejecutiva.
El ex magnate, que vio naufragar sus negocios petroleros en los últimos años, fue conducido a la superpoblada e insalubre cárcel de Ary Franco, en el norte de Río, tras una revisión de su estado de salud en el Instituto Médico Legal (IML).
Sin embargo, poco después fue trasladado al Complejo Penitenciario de Gericinó, en Bangú, al oeste de la ciudad. "Después de una evaluación, fue transferido para una unidad acorde con su perfil", dijo la Secretaría de Administración Penitenciaria de Río en un comunicado citado por la estatal Agencia Brasil.
Al no tener título universitario, el que fue el séptimo hombre más rico del mundo no podría acogerse a los beneficios de reclusión que da la ley brasileña para las personas con mayor nivel de educación, colocándolas en alas separadas de los presidios.
Por tanto, no ingresó al mismo pabellón de Bangú donde están internados otros detenidos de alto perfil igualmente relacionados con la investigación de corrupción "Lava Jato", como el ex gobernador de Río, Sergio Cabral (2007-2014).
Imágenes de Globo Televisión mostraron el traslado de Batista, quien luce ya sin cabello y con una sencilla camiseta blanca del uniforme de preso, ingresando a una camioneta policial.
La defensa del empresario había pedido el viernes a la Justicia Federal que su cliente no fuera mezclado con presos comunes, alertando sobre la violencia en las hacinadas cárceles brasileñas por las disputas entre grupos criminales.