Lourdes Pintos

lpintos@gruponacion.com.py

Las denuncias por abuso sexual y violación fueron aumentando en los últimos años. En la mayoría de los casos las víctimas son niños y adolescentes sometidos tras su vulnerabilidad o cegados por su inocencia. En tan solo 5 años, el Poder Judicial registró un total de 1.169 condenas, del 2010 al 2015. La mayoría de los casos se registraron en Asunción.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Capital ocupa el primer lugar con mayor cantidad de condenas por abuso sexual en niños, según la base de datos de la Dirección de Estadísticas del Poder Judicial.

En el año 2010 se registró un total de 126 condenas, en el 2011, 95; en el 2012, 130; 2013, 119; 2014, 88 y, finalmente, en el 2015 hubo un total de 67 personas privadas de su libertad.

El segundo lugar es ocupado por el departamento de Itapúa. Este registró un total de 42 condenas en el año 2010, mientras que en el 2011 la cifra se redujo a 36. En el año 2012 bajó nuevamente a 30, pero una vez más en el 2013 aumentó a 46 personas privadas de libertad. En los años 2014 y 2015, las cifras fueron las mismas con un total de 28 casos.

Si bien los datos son alarmantes, hay una gran diferencia con respecto a las denuncias realizadas diariamente ante el Ministerio Público, ya que no todas las causas son elevadas a juicio oral y público. En numerosos casos, los investigados son beneficiados con salidas alternativas o son desestimados.

Las penas varían dependiendo del hecho, pues un abuso sexual no es lo mismo que una coacción sexual o violación, por ende, para ambas situaciones las expectativas de pena son distintas y varían según los agravantes.

Todos los niños (menores de 14 años) están expuestos a un abuso sexual. Es considerado como tal desde el momento en que la víctima es acosada con actos de exhibicionismo o manoseos, habiendo previamente un trabajo de conquista o persuasión.

La expectativa de pena para estos casos es de 1 a 12 años de privativa de libertad, pero a la vez pueden aplicarse agravantes, como en el caso de la existencia del coito. A una violación sexual ya están expuestos tanto niños como adultos. Es cuando el agresor utiliza la fuerza, la violencia y amenazas.

Déjanos tus comentarios en Voiz