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El Werder Bremen confirmó este domingo que un aficionado murió en su estadio, el Weserstadion, justo después de la derrota del equipo el sábado por 2 a 1 ante el Bayern de Múnich, en la 22ª jornada de la Bundesliga.

El aficionado, del noreste de Alemania, fue atendido de urgencia tras sufrir náuseas y dolor en la parte superior de su cuerpo, poco antes del final del partido.

Tras una investigación de la policía, un procedimiento habitual cuando hay muertes en un espacio público, se determinó que el fallecimiento se debió a causas naturales.

"La noticia nos ha afectado mucho a todos", afirmó el presidente del Werder, Hubertus Hess-Grunewald.

"Nos aseguramos de que recibiera todos los cuidados adecuados y estaremos en contacto con la familia (del fallecido) en los próximos días", apuntó.

Un cámara de la Liga Alemana de Fútbol (DFL) y un agente de seguridad resultaron lesionados por petardos antes del partido de Bundeliga que enfrentó este domingo al Bayer Leverkusen y contra el Borussia Moenchengladbach (2-3).

Ultras del Leverkusen, enojados porque las autoridades municipales rechazaron permitirles desplegar un enorme mosaico en las tribunas, serían los responsables del lanzamiento de los petardos, un hecho que podría costarle al Bayer una multa importante de parte de la DFL.

El cameraman fue herido en una pierna y no pudo realizar su trabajo, mientras que el agente de seguridad resultó dañado con un traumatismo auditivo debido a la explosión, lesiones confirmadas a la agencia SID, filial de la AFP, por un portavoz del club.

El Bayer anunció la apertura de una investigación para castigar a los responsables y el director deportivo Rudi Voeller pidió excusas en un artículo publicado en el diario Bild.

"Podría haber sido peor. Espero que sea la primera y la última vez que ocurra algo así en nuestro estadio", dijo el exjugador.