Por Julio Ibarrola

En esta entrega enfocaremos cómo los verdaderos ocupantes, genuinos agricultores, por ende beneficiarios de la reforma agraria, han sido avasallados en sus derechos en la colonia Guahory al ser despojados de las tierras que lo han adquirido del Estado paraguayo a través de pagos realizados al ex IBR y otros al actual Indert.

Primero debe destacarse las invasiones que sufrieron estos labriegos de parte de los supuestos campesinos sin tierras y que fueron desalojados por órdenes judiciales en varias oportunidades. Segundo se debe apuntar la irresponsabilidad de Justo Cárdenas, actual presidente del Indert, que en su momento en alianza con los senadores Luis A. Wagner, Sixto Pereira, entre otros, han manifestado que las tierras de Guahory han sido recuperadas de parte de la institución encargada de la reforma agraria en el Paraguay como un programa de recuperación de tierras mal llamadas "mal habidas", sin embargo la realidad fue totalmente diferente, pues se han encontrado que la colonia estaba titulada en su mayoría a los verdaderos ocupantes y beneficiarios de la reforma agraria.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Luego Cárdenas al encontrarse presionado por sus secuaces de turno (Wagner, Pereira y otros), no tuvo otra salida más populista de buscar la expropiación de las tierras de la referida colonia, que de ser origen oficial; es decir del Estado, luego se pretendió expropiar a favor de la misma institución que todavía no entregó todo el título a los que han cancelado por sus compras hechas al mismo Indert, tamaña pifiada del alto funcionario no podía pasar desapercibido. Otro punto que debe destacarse es que los supuestos "sin tierras" en su momento la mayoría han sido beneficiarios de tierras, ya sea del ex IBR o el actual Indert, es decir especuladores de tierras, no son agricultores y menos aún beneficiarios de la reforma agraria, es decir a los que han vendido sus derecheras ahora vuelven a invadir tierras ajenas para forzar al Estado paraguayo otorgarlo nuevamente tierras para desarrollarse.

Solo en el Paraguay se da este fenómeno de otorgar privilegios a invasores de tierras, en otros países la invasión de tierra se castiga con penas carcelarias. No discuto que habrán familias que sí realmente merecen una parcela de tierra en busca de su desarrollo socioeconómico, pero debe depurarse a quienes realmente se merecen incluirlos dentro del programa agrario de la reforma y excluir definitivamente a los delincuentes estafadores, pseudos sin tierras, que especulan con las tierras del Estado y castigarlos con todo el peso de la ley; caso contrario el país nunca pasará de la reforma agraria al desarrollo agrario como resultado positivo de aquel.

No debe olvidarse que el Gobierno Nacional pretende hacer bien su papel dentro de la reforma agraria integral (asistencia crediticia, técnica, salud, educación etc.), pero mientras el propio Justo Cárdenas en nombre de la reforma agraria practica actos de discriminación que rayan lo delictual, lucrándose de los rubros para los programas de la reforma agraria, rubros que hasta ahora no se han podido esclarecer el destino de esos fondos, como los famosos pozos de oro en los asentamientos rurales, y que se encuentra en etapa investigativa dentro del Ministerio Público y que esperemos no quede en el famoso oparei.

Déjanos tus comentarios en Voiz