La diseñadora María Grazia Chiuri recreó un bosque encantado en el Museo Rodin de París para su debut con la casa Dior en la Alta Costura.

Un impresionante universo con árboles cuajados de bombillas, alfombras de musgo y plantas, un auténtico bosque efímero que durante 15 minutos sirvió de escenario a una colección inspirada en las fábulas.

Ante un exclusivo público, con celebrities de Hollywood incluidas, la ex diseñadora de Valentino desplegó un catálogo de princesas aptas para todo público: desde las hadas rosa pastel a las reinas góticas.

Hubo tules bordados con hilo de plata, faldas de minivolantes en degradé y muchas transparencias. Casi todos los vestidos eran con escote palabra de honor y de silueta etérea. La creadora italiana jugó a reinventar la chaqueta Bar, diseñada por Christian Dior hace 70 años.

Siempre en negro, con la cintura marcada y redondeada sobre las caderas, ella le añadió plisados en solapa y mangas. La dotó de capucha y después la convirtió en capa. Bajo ella, vestidos en terciopelo y tul azul noche en un fascinante despliegue de mucha, mucha magia.