La seis veces campeona de este torneo, Serena (35 años), derrotó en la madrugada de este jueves por semis a la croata Mirjana Lucic-Baroni por 6-2 y 6-1 en 50 minutos de juego, y disputará este sábado su octava final en Melbourne y la segunda contra su hermana mayor Venus (36), quien venció a la también norteamericana Coco Vandeweghe, por 6-7 (3), 6-2 y 6-3. Venus se convirtió en la mujer de mayor edad en alcanzar la final de un Grand Slam desde que comenzó la Era Open.
Si Serena repite el triunfo del 2003 y derrota de nuevo a Venus, volverá a ser la número uno del ranking femenino y superará además el récord de 22 Grandes que comparte con la alemana Steffi Graf, para quedar a uno del que ostenta la australiana Margaret Court, con 24. En los enfrentamientos entre las hermanas Williams, Serena tiene un récord de 16 triunfos y 11 derrotas, en tanto de ocho finales de Grand Slam disputadas entre ellas, Serena ganó seis.
EL INTERMINABLE FEDERER
En la rama masculina, las sensaciones son idénticas tras el espectacular triunfo del interminable tenista suizo Roger Federer, quien selló la madrugada de este jueves su retorno a la final del Australia Open después de siete años y tras derribar en cinco sets a su compatriota Stanislas Wawrinka con parciales de 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3. Federer irá así por su quinta corona en el Melbourne Park ante el ganador del duelo que hoy sostienen el español Rafael Nadal y el búlgaro Grigor Dimitrov. Así las cosas, tras la confirmación de la gran final femenina entre las hermanas Williams, la segunda final soñada por toda la afición amante del tenis entre Nadal y Federer, se mantiene latente, eso dependerá de lo que proponga esta madrugada Nadal y lo permita Dimitrov.