Río de Janeiro, Brasil | AFP

La policía brasileña allanó ayer jueves el domicilio de Eike Batista en Río de Janeiro, bajo una orden de captura por sospechas de lavado de dinero que no pudo cumplir porque quien fuera uno de los hombres más ricos del mundo está fuera del país.

La operación se desprende del caso Lava Jato ("lavadero de autos") sobre sobornos pagados por grandes constructoras a partidos y políticos para hacerse con contratos en la estatal Petrobras.

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En esta ocasión, la policía tiene nueve órdenes de captura, seis de ellas contra personas que ya están detenidas por causas anexas, como el ex gobernador de Río, Sergio Cabral (2007-2014), y dos de sus asistentes, indicaron la Fiscalía y la Policía Federal.

Entre las personas con captura recomendada figura el abogado Flávio Godinho, uno de los vicepresidentes del club de fútbol Flamengo, el más popular del país. La causa está relacionada con crímenes de blanqueo en obras públicas en Río de Janeiro, por unos 100 millones de dólares remitidos al exterior.

Los sospechosos también deberán responder a acusaciones de corrupción activa o pasiva y de pertenencia a una organización criminal. Según la Fiscalía, Batista es sospechoso de haber pagado sobornos por 16,5 millones de dólares en el 2010 a Cabral, por una operación que en realidad nunca habría existido de compra y venta de una mina de oro. Esa suma fue girada "mediante una cuenta Golden Rock del banco TAG Bank de Panamá" para la empresa Arcadia Asociados.

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