Chad Bray

LONDRES.

British American Tobacco anunció el 17 de enero que había sido aceptada la propuesta mejorada para comprar el interés que todavía no posee en Reynolds American, en un convenio por 49.000 millones de dólares que creará un gigante de la industria del tabaco con presencia en todo el mundo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La adquisición va a crear la empresa tabacalera cotizada en bolsa más grande del mundo, en términos de ventas netas, y va a combinar empresas con marcas como Camel, Lucky Strike, Newport y Pall Mall, entre otras. Y ocurre cuando la industria se enfrenta a una transición a los llamados productos de siguiente generación, como los cigarrillos electrónicos y productos relacionados.

El acuerdo se concluyó casi tres meses después de que British American Tobacco ofreciera comprar el 57,8 por ciento de Reynolds American que no posee. En esa ocasión ofreció pagar 47.000 millones de dólares.

"Esto va a crear un negocio global de tabaco y productos de siguiente generación más fuerte, y nuestros productos tendrán acceso directo a los mercados más atractivos del mundo", señaló en un boletín de prensa Nicandro Durante, director general de British American Tobacco. "Consideramos que esto va a impulsar un crecimiento de ganancias y de beneficios para los accionistas continuo y sostenido en el futuro".

Conforme a la propuesta de efectivo y acciones, British American Tobacco va a pagar 59,64 dólares por cada acción de Reynolds American, lo que representa una prima de 26 por ciento con respecto del precio al cierre de la compañía antes de la oferta inicial, en octubre pasado.

La nueva empresa tendrá una fuerte participación del mercado en Estados Unidos, así como una presencia importante en África, Asia, el Medio Oriente y América del Sur, precisó British American Tobacco.

La compañía agregó que esperaba tener ahorros anuales por 400 millones de dólares tres años después de haberse llevado a cabo la operación.

Las juntas directivas de ambas compañías recomendarán que los accionistas aprueben la transacción, señalaron las empresas. El acuerdo también está sujeto a la aprobación de los organismos regulatorios. Se espera que concluya en el tercer trimestre de este año.

El acuerdo de adquisición, que está sujeto a una cuota por rompimiento de mil millones de dólares, se produjo unos dos años y medio después de que Reynolds aceptara adquirir a una tabacalera rival pequeña, Lorillard, por 27.400 millones de dólares. Ese acuerdo se concluyó en el 2015.

Reynolds American se formó hace más de diez años, cuando British American Tobacco fusionó con R.J. Reynolds sus operaciones en Estados Unidos como Brown & Williamson. El acuerdo evalúa a Reynolds American en 81.000 millones de dólares, según su capitalización de mercado.

"Esperamos con ansia unir las culturas de las dos compañías, que son muy complementarias y están comprometidas con la innovación y la transformación de nuestra industria", señaló en un boletín de prensa Debra A. Crew, presidenta y directora general de Reynolds American. "British American Tobacco es el mejor socio para la próxima etapa de crecimiento de Reynolds American y juntas, las dos compañías crearan la cartera más importante de productos de tabaco y de siguiente generación para los consumidores adultos de tabaco".

Tres directores de Reynolds se integrarán en la junta directiva de British American Tobacco antes de que se cierre el trato.

Esta transacción es la sacudida más reciente en la industria global del tabaco, que vivió su agitación más reciente con la fusión Reynolds American-Lorillard en el 2014. Ese acuerdo requirió más de un año de salvar obstáculos regulatorios y la compañía combinada tuvo que vender varias marcas para lograr la aprobación.

Reynolds American, con sede en Winston-Salem, Carolina del Norte, fue formada con la fusión del 2004, pero tiene sus raíces con la fundación de Lorillard en la Ciudad de Nueva York en 1760 y la de R.J. Reynolds en Carolina del Norte en 1875.

Reynolds American registró ventas por 10.700 millones de dólares en el 2015 y emplea a 5.600 personas.

British American Tobacco, que tiene sede en Londres y fue fundada en 1902, tiene más de 200 marcas en su cartera, como Dunhill y Rothmans. En el 2015 registró ingresos por 15.800 millones de dólares y emplea a más de 50.000 personas.

Centerview Partners, Deutsche Bank y UBS, así como los despachos de abogados Cravath, Swaine & Moore y Herbert Smith Freehills asesoran a British American Tobacco en la propuesta de convenio.

Goldman Sachs y los despachos de abogados Weil, Gotshal & Manges y Moore & Van Allen asesoraron al comité de directores independientes de Reynolds American que negoció la transacción. JP Morgan Chase y Lazard y el despacho de abogados Jones Day asesoraron a Reynolds American.

Déjanos tus comentarios en Voiz