Viendo el resultado y el rival, hasta sería comprensible aceptar la derrota, pero haciendo un análisis más profundo, preocupa y de sobremanera el vacío futbolístico que exhibió Paraguay por segunda vez consecutiva en el Sudamericano Sub 20. La Albirrojita estaba siendo goleada 3-0, pero sobre el final, Jesús Medina redujo la diferencia a 3-2, un resultado que igual no tapó el horrible partido del equipo de Pedro Sarabia.

Improvisaciones, sistema táctico poco entendible y un nulo juego colectivo, son los peores males que ha mostrado la selección guaraní en sus dos primeros juegos. Colombia había perdonado en el primer juego, pero Brasil fue decidido y certero para desnudar al cuadro albirrojo.

La Canarinha dominó a placer el primer tiempo y solo gracias a Marino Arzamendia y un poco de suerte, la derrota fue mínima. Un tiro libre de Sávio se desvió en la barrera y dejó parado al portero guaraní.

Como en el primer juego, cuando puso a Bogarín frente a los zagueros, Sarabia inventó posiciones. Julio Villalba, prácticamente fue volante y los tres que quedaron en el medio, fueron insuficientes con la armada verdeamerela.

Rápidamente, Brasil sumó dos festejos más gracias a Richarlison y Vizeu. En ese ínterin fue expulsado Villalba, empeorando aún más la situación guaraní.

Sobre el final, la Albirrojita reaccionó con un hombre menos. Jesús Medina aportó un doblete, el primero de penal y segundo, un golazo con su sello de siempre.

Paraguay queda herido en el Grupo A con un solo punto y por diferencia de goles sobre Chile y por debajo de Colombia.

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