Se esperó mucho este amistoso ante Capiatá porque era el primer partido que iba a mostrar pistas y verdades sobre lo que busca implantar Pablo Repetto en Olimpia.

Y luego de ver el juego, dejando de lado el factor "salida reciente de pretemporada" que influye, pero muchas veces se utiliza como excusa, lo que se puede asegurar es que el franjeado necesita, urgentemente, reforzar su línea defensiva y nutrirse de jugadores que generen sorpresa del medio para adelante.

Tras un inicio alentador, con tenencia de pelota y generación de jugadas claras que nacían todas desde las izquierda (con Julián y Fernando Giménez), todo se fue al tacho con un verdadero golazo de Hugo Lusardi, quien, una vez más, sacó un misil de su pierna zurda, inatajable hasta para el mejor arquero del mundo. A partir de ahí, en Olimpia comenzó a crecer una dependencia de lo que pudiera generar Julián Benítez para lastimar, así como había pasado en la última parte del torneo Clausura del año pasado.

En el progreso del juego lo que le faltó a la exposición futbolística de Olimpia fue justamente eso: progreso. Fue de más a menos.

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Cuando le tocó manejar los hilos del partido se vio lo mejor. Cuando le tocó esperar y salir (que fue en la mayor parte del juego) careció de velocidad y sorpresa.

¿Lo mejor? El hecho de haber generado situaciones claras de gol en su mejor momento del partido. Los entrenadores siempre dicen que mientras más se genere, mejor. Eso sí, hay que ser más efectivos porque con generar no le alcanza.

¿Lo más flojo? El ecuatoriano Jonathan Gonzales. En el primer tiempo casi no tuvo participación y en el segundo, cuando el ataque franjeado se volcó más hacia la derecha, estuvo impreciso con los pases y no desequilibró una sola vez. Mientras que el segundo gol de Capiatá llegó por medio de Roberto Gamarra, tras una falta de coordinación entre los dos centrales José Leguizamón y José Cañete.

Para destacar el ambiente vivido ayer en el estadio Erico Galeano. Desde muy temprano, antes del inicio del primer partido (que arrancó 17:20 aproximadamente), los hinchas capiateños y olimpistas ya llenaron la zona de preferencias, con el correr de los minutos las graderías también tomaron color y unas 7.000 a 8.000 personas estuvieron presentes en casa del cuadro escobero.

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