Tras varias denuncias y constatarse irregularidades en el funcionamiento de la Universidad Privada de Guairá, finalmente, el Cones, por Resolución N° 690/16, resolvió el levantamiento del proceso de intervención de la Universidad Privada del Guairá (UPG) y aprobó un plan de trabajo con medidas correctivas a ser implementadas bajo la atenta supervisión del ente. Sin embargo, la Resolución N° 691/16 dispone el inicio de un proceso de clausura de filiales y carreras que no reúnen las condiciones mínimas exigidas para que las mismas continúen realizando ofertas académicas, lo que implica un gran daño para los estudiantes.

En este sentido, 9 asientos universitarios de varias localidades del país quedaron totalmente cerrados. Es decir, en esas instituciones todas las carreras quedaron inhabilitadas. La medida administrativa finalizó que quedan clausurados los establecimientos de Itacurubí de la Cordillera, Coronel Oviedo, Mbuyapey, Presidente Franco, Capiatá, Asunción, Simón Bolívar, María Auxiliadora y Monday. Miles de jóvenes quedarán a la deriva.

Además, un total de 33 carreras fueron suspendidas en 19 filiales ubicadas en distintas localidades de los departamentos de Guairá, Caazapá, Paraguarí, Caaguazú, San Pedro, Concepción, Presidente Hayes, Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú. Estas filiales no están totalmente clausuradas, ya que algunas de sus especialidades cuentan con los requisitos exigidos por la Ley Nº 4.995/2013 de la Educación Superior.