© 2017 Economist Newspaper Ltd

De The Economist

Los mercados emergentes no han sido lo mismo sin Argentina, un país que personifica la promesa y el peligro, el romance y la inestabilidad de ese tipo de activos. En 1988, fue uno de los 10 miembros originales del índice de capital de mercados emergentes más popular, lanzado por MSCI. A fines de los años 90, también era el miembro más grande de los índices de bonos de referencia recopilados por JP Morgan Chase.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Sin embargo, cuando incumplió sus pagos a fines del 2001, Argentina se exilió de los mercados de deuda globales. Después de que subsecuentemente impuso controles de capital sobre el "dinero caliente", sus acciones sufrieron un exilio similar, expulsadas del índice de MSCI en el 2009. Se volvió un "mercado frontera" remoto, como países del nivel de Bangladesh.

Desde que el presidente Mauricio Macri sucedió a Cristina Fernández de Kirchner a fines del 2015, Argentina ha estado encontrando su camino de regreso desde la periferia financiera. Ha puesto en flotación su moneda y levantado los controles de capital, aboliendo recientemente un requisito restante de que los inversionistas extranjeros mantuvieran su dinero en el país durante al menos 120 días. En abril, el gobierno vendió 16.500 millones de dólares en bonos a inversionistas internacionales en un solo día, un récord para un mercado emergente.

A fines de este año, MSCI decidirá si dar la bienvenida de nuevo a las acciones de Argentina en su índice de mercados emergentes, empezando con empresas cotizadas en el extranjero, como Adecoagro, que cultiva azúcar y soya, entre otras cosas. El 5 de enero, JP Morgan Chase anunció que admitiría a los bonos en pesos de Argentina en sus índices de referencia ampliamente seguidos, probablemente a partir de febrero.

La clase de activos de mercados emergentes no ha carecido de drama en ausencia de Argentina. La introducción del relajamiento cuantitativo (EQ, por su sigla en inglés) después de la crisis financiera inspiró una precipitación hacia los bonos de mercados emergentes de más alto rendimiento. Las versiones de un EQ reducido en 2013 produjeron una reversión parcial. Como moneda de endeudamiento, el dólar ha declinado en importancia en relación con monedas locales como la rupia o el real. Los bonos denominados en dólares han sido una mejor compra para los inversionistas en los últimos años, pero menos populares entre los emisores gubernamentales. La porción de deuda en divisas duras declinó respecto de la mitad en promedio en el 2000 a alrededor de una cuarta parte en el 2014, según la agencia calificadora Moody's.

Gran parte de esta evolución ha pasado inadvertida para Argentina. Hasta el 2016, su gobierno tenía que vender la mayor parte de sus bonos a otros argentinos, incluidos los bancos del país y su fondo de reserva de pensiones públicas. Sin embargo, aunque se vendía mayormente a locales, la deuda estaba denominada principalmente en dólares. Más del 70 por ciento de la deuda del gobierno sigue denominada en divisas extranjeras, según el Ministerio de Finanzas. La alta inflación y las políticas monetarias caprichosas de los años posteriores al incumplimiento de pagos significaron que los argentinos no confiaran en que el peso conservaría su valor. Así que, pese a todo el ardor nacionalista de Fernández y su esposo, su predecesor como presidente, sus políticas les dejaron fuertemente dependientes del dólar para atraer inversionistas.

La expulsión de Argentina de los mercados de deuda mundiales ocurrió a pocos días del ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio. Asia ahora representa alrededor de 70 por ciento del PIB de los mercados emergentes y una porción similar del índice de capital de referencia de mercados emergentes de MSCI. Los índices de bonos, en comparación, siguen estando mucho más uniformemente equilibrados entre las regiones. La versión en moneda local más popular de JP Morgan Chase aún excluye por completo al enorme mercado de China.

Eso quizá no dure, en el último año, China, también, ha relajado los controles de capital que aislaron a sus mercados de deuda. China, por tanto, podría seguir a Argentina hacia los índices de referencia a su debido tiempo.

Los mercados emergentes no han sido lo mismo sin Argentina, pero tampoco han permanecido igual.

Déjanos tus comentarios en Voiz