Esta es una de las piezas especiales que fueron robadas.[/caption]

El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), Osmar Ludovico Sarubbi, ratificó que fue un sabotaje el corte de los ductos de la zona del Botánico. "Fue un atentado, un sabotaje", acusó, y sostuvo que el autor es una persona con mucho conocimiento de la red, aunque no la identificó.

"No quiero decir o apuntar a algún sector, pero sí me es claro que el que hizo esto es alguien que conoce muy bien (la red), por la forma en que se arriesga a hacer esto. Es muy difícil manipular esto, es muy difícil la manera en que cortan perfectamente y saben el lugar. Hay gente que sabe y esta gente tiene muy mala intención", afirmó Sarubbi en entrevista con una emisora capitalina.

El titular de la entidad estatal fue consultado sobre el comunicado que dio a conocer el viernes con respecto al reclamo de usuarios que sufrieron cortes en el suministro de agua. Ya en ese documento, la entidad aseguró que el inconveniente se debió a un atentado contra su red en el predio del Jardín Botánico.

Pobladores de los barrios Sajonia, Trinidad, Jara, Roberto L. Petit y Zeballos Cué, así como a parte del microcentro capitalino y el barrio San Jorge de Mariano Roque Alonso, se vieron afectados por el suceso. "Nosotros consideramos ya esto un sabotaje, un atentado; no sé cuál es el término a utilizar", insistió Sarubbi.

Tuberías averiadas. Pese a las rejillas de hierro, los saboteadores lograron romper los ductos de la Essap.[/caption]

Explicó que la semana pasada habían extraído una pieza de bronce en el mismo lugar donde el viernes se produjo el daño a una de las válvulas de Essap. "La primera vez que ocurrió pensamos que (la reducción de bronce) era apetecible por parte de gente marginal que lo quería revender; increíblemente, en el mismo lugar, con dos o tres metros de diferencia, volvieron a cortar este elemento y esto de vuelta ocasionó un problema para la ciudadanía", acotó.

La situación obligó a la Essap a parar su planta de tratamiento, lo que afectó aún más a los usuarios. "Esto ocasiona un grave problema en la distribución porque se debe parar la planta de tratamiento para solucionar. Esto tiene una presión extraordinaria, tanta que no se puede manipular, porque hasta puede cortarle los dedos a la persona que trabaja", relató.

"Consideramos que esto ya se hizo de propósito para perjudicar no sé a quién, a mí o al presidente, pero finalmente los usuarios son los que están pagando por los platos rotos", finalizó.

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