OLÉ.AR

Tiene 21 años, nació en Paraguay, creció futbolísticamente en Cerro Porteño, es "mediocampista ofensivo, tanto interior como exterior, habilidoso, con un poco de velocidad y de buena patada también". Así se presentó Matías Rojas al finalizar su primer entrenamiento en el Polideportivo del Granate.

Es la nueva figurita del equipo de Jorge Almirón de cara a un semestre altamente competitivo y con grandes objetivos por delante. "Personalmente es un desafío muy grande, es un paso muy importante en mi carrera llegar a Lanús. La Copa Libertadores me ilusiona tanto como a la gente que se merece ese título. Yo intentaré poner mi granito de arena para que el equipo pueda pelear todos los torneos que juegue", se animó el volante ofensivo que los directivos del Grana se esforzaron por traer para cumplir el deseo del DT.

Pero luego de un 2016 a todo trapo, la vara quedó muy alta, más aún si tenemos en cuenta que el cuerpo técnico lo señaló, al recién llegado, como el indicado para ocupar la posición vacante que dejó su compatriota Miguel Almirón. "Lo de Miguel en este club es algo demasiado espectacular, es un gran jugador. Como también los otros paraguayos que pasaron por acá anduvieron muy bien. Nos tienen bien catalogados a los paraguayos", comentó Rojas, haciendo referencia a la larga lista de futbolistas guaraníes que pasaron por el club del Sur del Gran Buenos Aires.

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Sin embargo, el tiempo escasea y sabe que debe adaptarse rápidamente al andar del equipo y a sus compañeros porque el primer gran compromiso está a la vuelta de la esquina: "Desde el partido en la final con River tenemos que hacer historia". Y con una seguridad que asombra, pronosticó: "Este año estará lleno de éxitos".

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