Así como las grandes ciudades del mundo que viven del turismo, y especialmente aquellas que tienen playas, Encarnación ofrece una variada oferta en cuanto al hospedaje, la gastronomía, sitios de recreación y alternativas de transporte a los turistas que llegan a la ciudad para distenderse y disfrutar de las vacaciones.
Dependiendo del confort que se desee y del dinero destinado para la inversión, los turistas pueden hospedarse en lujosos hoteles, así como en confortables viviendas alquiladas por particulares, donde la conveniencia económica redunda incluso en beneficio de toda la familia. Asimismo, hay sitios que ofrecen la opción de camping, cobrando sumas más accesibles para los turistas que deseen tener un contacto más cercano con la naturaleza.
El concejal encarnaceno Andrés Morel destacó a La Nación que la Perla del Sur tiene variados atractivos, no solo por las conocidas playas San José y Mboi Ka'e, sino además, otros sitios de esparcimiento y recreación.
Una de las opciones para unas vacaciones diferentes es pasar al lado argentino abordando el tren que cruza por el puente San Roque González de Santacruz, así como también ocupar el tiempo haciendo compras, o bien visitando los sitios históricos cercanos a la ciudad. Entre ellos, se encuentran las ruinas de las Misiones Jesuíticas, tales como Jesús de Tavarangué y la Santísima Trinidad.
A todo esto, desde finales de enero se suma otra tentación turística: los corsos encarnacenos, que constituyen uno de los más importantes del país y que congrega a paraguayos y extranjeros que llegan para disfrutar de la fiesta pagana previa a la cuaresma.
En cuanto a la gastronomía, la Perla del Sur ofrece una importante variedad de comidas, desde churrasquerías y restaurantes donde se sirven sofisticados platos, pastas, comidas orientales, hasta los sitios más populares con sencillas y suculentas comidas que se pueden degustar en los copetines, bares y mercados, a precios populares.
Asimismo, las personas que no tienen vehículo, bien pueden movilizarse en taxis y remises, así como también en transporte público, considerando que la mayoría de los barrios tienen colectivos.
El turismo de compra es otro de los atractivos para los turistas extranjeros, que hasta llegan a la ciudad para reabastecerse de combustible.