El ministro secretario de Acción Social, Héctor Cárdenas, brinda un balance entre lo que ya se hizo desde que asumió el cargo en el 2013 y lo que está en perspectiva para este año. Refirió que encontró numerosas irregularidades dentro de los programas que eran utilizadas para campañas políticas. Indicó también que fueron depurados varios de los programas de los cuales se registraron concejales e intendentes. Habló sobre la creación de nuevos programas y de lo que ha abarcado en tan poco tiempo.

–¿Cuáles son los programas impulsado por la institución?

–Son Tekoporã: que tiene varios componentes. Tekoha: es una regularización de asentamiento. Desde el 2002 la SAS compra lotes urbanos y periurbanos, porque no es competencia de la SAS los asentamientos rurales. En este sentido, tiene convenio con Senavitat. Tenonderã; es un programa nuevo que nosotros lo estamos presentando como un programa de salida, de graduación de las familias que están dentro del programa Tekoporã. Otros de los programas nuevos del año pasado es un apoyo a comedores comunitarios.

–¿Cuál es el principal programa?

–Tekoporã es el programa que más creció porque llega a aquellas familias más pobres y hay cierto grupo que tienen preferencia en el caso de las poblaciones indígenas que este año incorporamos más de 30.000 familias, el año pasado cerramos con 130.000 y ahora estamos en 140 mil. Pero ¿por qué esta suma? Pasa que el programa en el 2011 tenía una reglamentación de que llega seis años y salen. Pero por lo que pudimos ver, especialmente en el Chaco y las zonas como Arroyito y otros lugares del país, es necesario todavía un apoyo del Estado a ciertas familias menores de 18 años que todavía se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, entonces pueden ingresar al programa pero en periodo de dos años.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
–¿Cómo es el sistema de control de cada programa?

–Tekoporã es uno de los programas más controlados, tiene una evaluación internacional. El año pasado se hizo una evaluación financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo con el Ministerio de Hacienda, en donde se evalúa si está teniendo o no impacto en el programa. Las mujeres que están embarazadas y están dentro del programa Tekoporã y que tienen un 25% más de consulta en comparación al caso de una mujer que no está en el programa. Esto incide en la disminución de la mortalidad infantil, porque son 4 los controles mínimos que se tienen que hacer durante los 9 meses, los niños que tienen 5 años y están dentro del programa tienen una importante vacunación al día en el esquema del ministerio de Salud.

–¿Se llegaron a registrar denuncias de la utilización de programas para fines políticos?

–Hubo denuncias, siguen habiendo y son muy importantes para nosotros y para todos los programas. Nosotros hacemos las investigaciones y depuramos: En Tekoporã quitamos más de 14.000 personas; pescadores, más de 20.000 y para eso tenés que animarte y esas denuncias fueron las que nos sirvieron tremendamente. La propia prensa se hizo eco en ese momento. Realizamos el cruce de datos y se registraba que ciudadanos que figuraba en Fernando de la Mora pero cobraba en Puerto Casado, así también encontramos muchos funcionarios públicos, docentes, directores, intendentes, concejales y muchas personas del sector privado que no cumplían con el requisito de figurar la pesca como su único medio de subsistencia diaria.

–¿Se puede hablar de avances dentro de la institución del Estado?

–Ya pudimos avanzar el año pasado y estamos muy conformes en lo que representa a alianzas estratégicas con Senavitat en el tema de la vivienda, estamos trabajando en forma muy coordinada a nivel país. Tenemos alianzas en el marco de Tenonderã; Educación: en el tema de generar conocimiento a la gente. Salud: brindar el servicio con preferencia a nuestra gente. Por supuesto, que el enfoque siempre es universal, pero tratamos de que nos den preferencia a nosotros en todos los casos que podamos, a esas familias que están necesitando. El servicio de identificaciones, porque por ejemplo encontramos muchísimas familias en caso de indígenas la mitad de la población estaba indocumentada. Entonces hicimos un esfuerzo de documentar a los adultos que inclusive estaban sin documentaciones. Porque no podemos hacer ninguna transferencia al igual que el banco de pagar a alguien que no tenga su documentación.

–¿La SAS ha tenido cambios durante esta gestión de Gobierno?

–La SAS ha pasado por cambios importantes, al entrar tuvimos que hacer ajustes, como suprimir más de 90 cargos no es fácil, y lo tuvimos que hacer porque estaba sobredimensionado. Era una institución donde me dijeron que no tenía futuro, pero el año siguiente, en el 2014 ya ganamos nuestro primer premio internacional. Tenemos reconocimientos en Ginebra, por el enfoque de trabajo que tenemos por las familias. El tema de derechos humanos, en una publicación del año pasado, fue mencionada la metodología, el abordaje de trabajo, la forma inclusive de redacción que tiene en el manejo de la información fue mencionado como buena práctica y recomendada a otros países. Tenemos por ejemplo un caso de que le abrimos las puertas a la tarea del control a la propia ciudadanía.

–¿Cerraron bien el 2016 con todos los programas?

–Todos los programas cumplieron las metas, Tekoporã se pasó en más de casi 1.500 familias a las metas planteadas. En Tenonderã también superamos la meta; llegamos a más de 11.000 en dos años de implementación de ese programa. Comedores que era algo nuevo, llegamos a casi 10.000 personas. Si voy a hacer una evaluación global, puedo decir que los programas llegaron a la metas. La SAS en otros ámbitos también creció en el tema de la certificación internacional.

Déjanos tus comentarios en Voiz