Beth Cabrera
HAPPINESS
¿Las mujeres son mejores que los hombres para las multitareas?
Las investigaciones todavía no han respondido esa pregunta. Sin embargo, sabemos que las mujeres hacen múltiples tareas más a menudo. Una mejor pregunta es si las mujeres deberían estar orgullosas de ello. Las investigaciones tienen una respuesta a esta pregunta: No.
Los datos muestran que el hacer múltiples tareas al mismo tiempo afecta negativamente el desempeño. Somos menos eficientes, menos efectivas y tenemos mayores probabilidades de cometer errores cuando hacemos múltiples tareas. Cuando lo hacemos, nuestras mentes se mueven entre las distintas labores, lo que afecta nuestra productividad, creatividad y exactitud, al incrementar la carga cognitiva y afecta la memoria.
De hecho, las personas que hacen múltiples tareas más a menudo suelen ser peores para ello. Estas tienen más problemas para filtrar información irrelevante; se distraen con todo. Por ello, entre más usted realice múltiples tareas, más difícil encontrará el dedicar su atención enfocada cuando sea necesario.
La atención enfocada es importante no solo para el desempeño, sino también para su bienestar psicológico. Las múltiples tareas nos hacen sentir distraídos y abrumados. Se les asocia con un incremento en los niveles en nuestro cuerpo de la hormona de estrés conocida como cortisol. Esto puede convertirse en un círculo vicioso, porque el aumento en los niveles de cortisol afecta nuestro funcionamiento cognitivo, llevándonos a un estrés incluso mayor.
De acuerdo con Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo que creó el concepto del flujo, los hombres típicamente hacen una cosa y media a la vez, pero las mujeres –especialmente las madres– hacen cerca de cinco. Esa puede ser una razón por la que las mujeres experimentan más estrés que los hombres, incluso cuando sus cargas de trabajo son similares.
La buena noticia es que al ser más conscientes –poniéndole atención de forma intencional al momento presente– las mujeres se pueden desempeñar mejor y estresarse menos. La plenitud de conciencia es una habilidad que puede aprenderse. Una de las mejores formas para elevar su habilidad de enfocarse es la meditación para la plenitud de conciencia. La práctica de enfocar su atención en algo como su respiración, le enseña a volverse consciente de cuando está distraído, de forma que puede traer su atención de regreso a la tarea que realiza. Usted aprende a darse cuenta de sus pensamientos y emociones sin dejarse llevar por ellos.
El practicar intencionalmente la plenitud de conciencia a lo largo del día puede mejorar su enfoque. Planear es importante: dedique momentos específicos de tiempo para las diferentes tareas. Desista la urgencia de hacer cualquier otra cosa excepto la tarea agendada, al recordarse que el hacer múltiples tareas a la vez puede reducir la productividad hasta en un 40%. Apague las notificaciones en sus dispositivos electrónicos, de forma que usted esté a cargo.
Usted puede practicar el ser consciente mientras camina, maneja o tiene una conversación. Cuando su mente comience a divagar, gentilmente reenfoque su atención. Cuando esté en una reunión, póngale atención a lo que se dice. Cuando esté con sus hijos, esté con ellos. Lo que sea que haga, hágalo plenamente.
El enfoque que la plenitud de conciencia trae consigo puede hacer una diferencia positiva, tanto en las vidas de los hombres como en el de las mujeres. Sin embargo, juzgando por la cantidad de tareas múltiples que hacen las mujeres y la cantidad de ansiedad que sienten, ellas podrán beneficiarse más.
(Beth Cabrera es la autora de "Beyond Happy: Women, Work, and Well-Being".)