Por Laura Morel

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La Paz, Bolivia.

Tras toda una vida divirtiéndose con el Free Style, Joss Candia decidió ponerse serio y desafiar al Dakar, el rally raid más duro del mundo. Después de un debut incidentado, que lo hizo cerrar en el puesto 137 la Etapa 1, el motocicilista paraguayo comenzó a escalar posiciones a medida que avanzaban las etapas.

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Hoy disfruta el día de descanso, y con la Etapa 6 anulada, en el puesto 56 de la clasificación general, pero se apresura en aclarar que "de apoquito" va ascendiendo y que "en realidad no es la idea" meterse entre los primeros clasificados.

"La idea más que nada es terminar e ir poco a poco, conociendo lo que es el Dakar. Esto es una escuela para mí, para ver qué puedo llegar a hacer el año que viene. Estoy muy contento, sí, porque no me espere llegar hasta donde estoy ahora. Espero que estos días que quedan podamos remontar un poquito más", agrega, en entrevista concedida a La Nación.

Sobre la Etapa 5 disputada a medias (cortada también por las condiciones climáticas), Joss explica que fue "bastante dura, con mucha agua, mucho frío y también la altura" y, aunque reconoce que ya se lo esperaba, reitera que fue bastante complicada para todos, sobre todo las motos y quads.

Un día en familia

Con la suspensión de la Etapa 6, los pilotos se ganaron prácticamente un día más de descanso, que a decir de Candia "es increíble". "El viernes, por ejemplo, pudimos dormir un poco más y ayer fue para la recuperación, porque se llega muy cansod de todas las etapas, casi no comemos, durante seis a ocho horas y tenemos un desgaste físico demasiado grande", explica.

Por ello, el día libre será bien aprovechado por el paraguayo, que incluso tiene a su familia de visita en La Paz. "Este día va a ser único, comer una comida chatarra, tomar una cerveza como buen paraguayo que no puede vivir sin una y brindar con la familia, ya que ni siquiera pude brindar en Año nuevo", confiesa, indicando que ayudará mucho "veros un ratito y compartir con ellos" porque "se vienen unos cuantos días muy duros".

Un país que motiva

Al recordársele que todo un país está pendiente de su actuación en el Dakar, Joss Candia confiesa que son sus compatriotas quienes indirectamente le dan fuerzas para seguir adelante cuando parece que ya quiere rendirse frente a las innumerables complicaciones.

"No tienen idea de lo felices que nos hacen cuando estamos en el medio de un desierto, en el medio de una montaña, con menos dos grados, lluvia y frío, poder acordarnos y decir: Ok, hay todo un pueblo que nos está esperando, tenemos que hacer las cosas bien y no abandonar", manifiesta.

"Quiero agradecer a todo el pueblo paragauyo y espero poder verlos a toditos el 14 de enero en Buenos Aires", sentencia el piloto que aspira a llegar a la meta de su primer Dakar, sin presionarse mucho en cuanto a la posición final.

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