Por Laura Morel

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La Paz, Bolivia.

En 2013, Paraguay debutó en el Dakar con dos tripulaciones, una de ellas era la compuesta por Beto Recalde y Carlos Zarca, quienes a diferencia de Milciades Fretes y Facundo Jaton que terminaron la carrera, abandonaron en la Etapa 2.

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Cuatro años después, con Paraguay siendo sede, Beto volvió a desafiar al rally raid más duro del mundo, ahora acompañado por Juan José Sánchez, y ya completó la mitad de la prueba más difícil del mundo.

Por eso, se refiera e esta como su "primera experiencia tan larga en un Dakar". "Realmente es cansador, los terrenos son de diferentes tipos. Tenés montañas, talco, parte rápida, ripio, barro, médanos… Realmente pone al límite tanto al vehículo como al piloto y al copiloto, porque uno tiene que estar enfocado tanto en los 400km de carrera como en un enlace de 500km, llegando llegando de noche, con frio, hambre", relata, en entrevista concedida a La Nación.

Sin embargo, de inmediato recalca que "esto es el Dakar, es lo que nos gusta y por lo que tanto trabajamos para poder llegar con Juanjo y con toda la empresa y los amigos que nos apoyaron". "Estamos acá y queremos hacer un buen papel dentro de nuestras posibilidades, ya que nuestra camioneta es una diesel y penamos mucho en la altura por la falta de oxigeno", admite, para de inmediato anunciar que, pase lo que pase en esta edición, volverán en 2018 "con una camioneta mucho más potente".

Realmente difícil

Al preguntársele si realmente este Dakar es el más difícil de todos, Beto Recalde no duda en responder que "por supuesto que sí". "Ya lo dijo Marc Coma, el director de la prueba, que este iba a ser el Dakar más difícil desde que llegó a Sudamérica. Hay unos nuevos temas con los waypoint que están escondidos y uno tiene que pasar encima si no, no te habilita el otro", relata.

Luego, comenta la experiencia vivida el viernes: "Íbamos a hacer un tiempazo espectacular, pero perdimos una hora buscando ese waypoint. Nos perdimos, volvimos atrás dos kilómetros buscando, pero todo es por falta de experiencia de ambos, ¿no? Pero es ahí donde aprendimos y al siguiente ya pasamos bien".

Del suelo a la cama

Además de las complicaciones impuestas por Coma, quien personalmente diseñó este Dakar, el piloto paraguayo no puede olvidar "las condiciones climáticas con frío y mucha lluvia de los últimos días". Situaciones que lo llevaron incluso a refugiarse en una estación de servicio, ya que no podía acampar en el campamento, que tras tanta lluvia se convirtió en un campo de lodo.

"El viernes dormimos en una estación de servicio, en el piso de la cocina. Los anteriores días dormimos en carpa. Hoy (por ayer) voy a conocer lo que es un hotel y después, hasta Buenos Aires ya no tenemos más comodidad", señala agradecido porque finalmente volvería a descansar con absoluta comodidad, aprovechando además el doble día libre.

Es que, según explica, en este tipo de desafíos "el cuerpo va al límite y también la camioneta. Estamos en la altura y eso puede influir bastante". "Gracias a Dios a Juanjo y a mí no nos afectó tanto, nos cuidamos. Pero, imaginate que bajamos de la camioneta, volvimos a subir para ajustar el cinto y comenzamos a respirar un poco más pesado. Te fuerza solamente ajustar el cinto. Imaginate lo que va a ser caminar o palear si te trancás", añade.

"Todos los días sufrimos mucho calor, como los impresionantes 50 grados en la zona de Jujuy y Tucumán, después el frío de vuelta, lluvia en la montaña… Pero estamos bien, forjamos el espíritu del cuerpo y vamos para adelante", asegura Beto Recalde, confiado en que esta vez llegará al podio.

Privilegio de pocos

"Todos quieren hacer eso", sostiene, refiriéndose tanto a la gente que debuta como a la que "hace cinco o seis años está tratando y no puede llegar". "Nosotros queremos llegar, y con eso tratar de conseguir más apoyo porque queremos el próximo año volver a correr, ya con otro sistema de comunicación para retribuir a esas empresas que confiaron en nosotros", explica.

Así como llegar a la meta puede ayudarlo a conseguir más patrocinantes, Beto Recalde considera que el buen desempeño de los paraguayos y el hecho que el Dakar haya pisado finalmente suelo guaraní aumentará la legión nacional en este afamado rally.

"Habrá más pilotos también que se van a unir. Hay muchos pilotos con potencial, pero lo que más se necesita es plata, porque el que quiere correr el Dakar tiene noción de lo que es el manejo y yo puedo nombrar a diez personas que no se animan y tienen todo para hacerlo. Capaz que el próximo año veamos a esa gente en el Dakar", sentencia Beto Recalde, que junto a Juanjo Sánchez marchan 43° en la clasificación general.

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