Por Laura Morel

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La Paz, Bolivia.

El pasado 1 de enero, por el podio montado frente al Palacio de Gobierno en la Costanera de Asunción pasaron cinco tripulaciones paraguayas con el único objetivo de volver todos juntos a subir al podio de llegada en Buenos Aires, el próximo 14 de enero.

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Hasta este sábado, en que con la Etapa 6 anulada se llegó a la mitad del recorrido, todos los pilotos paraguayos siguen en carrera. Nelson Sanabria marcha 9° en quads, Joss Candia 56° en motos, mientras que Blas Zapag-Enrique Zapag, Beto Recalde-Juanjo Sánchez y Thomas Englert-Hans Thiede se ubican 42°, 43° y 56°, respectivamente.

Alrededor de las 15:00, 16:00 de Paraguay, comenzaron a aparecer los primeros pilotos paraguayos en el campamento del Dakar, ubicado en el predio de la Academia Militar Boliviana. El primero en llegar fue Nelson Sanabria, que mientras esperaba el arribo de su equipo de asistencia fue a almorzar.

Poco después apareció Joss Candia, con ese característico estilo divertido, saludando y compartiendo con todos, matando así la espera de su equipo de asistencia.

Fue así que, apenas arribó la camioneta de Beto Recalde y Juanjo Sánchez, el motociclista fue a saludarlos, a compartir anéctodas de la jornada y a gastarse bromas, ya con Milciades Fretes, el "papa guasu" de los paraguayos dakarianos, metido en la conversación.

Tras el buen rato, Joss se despidió. Estaba un tanto apurado pues le esperaba su familia, que acababa de llegar de Asunción para compartir el día libre (en teoría debía ser solo el de mañana) y recargar de pilas al piloto que está realizando una muy buena competencia.

Cuando la lluvia comenzaba a marcar presencia en el campamento, apareció la tricolor camioneta de Thomas Englert y Hans Thiede, quienes apenas abrieron las puertas recibieron las felicitaciones de todo el equipo de asistencia.

No era para menos, partieron de Asunción con el único objetivo de no quedarse en ninguna etapa y hasta aquí, aunque muchas veces retrasados, llegando de madrugada, completaron la mitad del rally raid más duro del mundo.

Allí estaban todos, tratando de ocupar el diminuto espacio que quedaba para cubrirse de la lluvia tras es el ingreso de las camionetas, cuando un fuerte ronquido desvió la atención.

Quien lo conoce ya sabe que es él. Sí, solo el extrovertido y fiestero Blas Zapag para hacer su aparición por todo lo alto. Si bien no forma parte de su equipo de asistencia, Milciades Fretes salió corriendo bajo la lluvia a pedirle que estacionara en su carpa. Zapag hizo mayor barullo y mientras bajaba de la camioneta para fundirse en un fuerte abrazo con Milciades, le decía: "¡Vos sos el culpable de que yo esté hoy acá, mojándome!".

Los abrazos y las felicitaciones se multiplicaron entre los pilotos y copilotos de las tres tripulaciones paraguayas que compiten en la categoría autos. Celebraron el haber llegado a la mitad de la carrera y renovaron el compromiso de seguir juntos hasta el podio final.

Esta noche, como confesó Beto Rodríguez, algunos de ellos dormirán por primera vez un un hotel, lo que en otras palabras quiere decir en una cómoda cama. Algunos inclusive podrán darse el gusto de compartir un día y medio con la familia para recargar las pilas y reanudar esta que es una batalla de supervivencia. Ya ganaron seis, faltan seis más.

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